Poción Multijugos

Todos los viernes severus salía del castillo. Lo había visto hacerlo desde su segundo año. Solía salir envuelto en su capa negra y no volvía hasta altas horas de la madrugada hiciese buen o mal tiempo. Unos decían que tenia encuentros con el señor oscuro, otros que Snape tenía problemas con el juego pero Harry sabía muy bien que hacía Snape esas noches.

Se dirigía a Hogsmade, contrataba a un chico y tenían sexo toda la noche. Cuando lo supo fue una sorpresa, lo supo de la peor manera, le espió mirando por la ventana mientras Snape poseía a un muchacho contra la pared de la habitación. No se quedó mucho tiempo, pero esa memoria no le abandonó nunca más. Saber que se acostaba con esos chicos le ponía de muy mal humor. Al principio no sabía por qué. ¿Por qué le importaba tanto? Pero después se dio cuenta que lo que tenía eran celos.

¿Por qué esos chicos podían sentirle, tenerle, probarle y él solo recibiría esas miradas de desprecio? Se negó a ello, él también quería saber cómo era ser amado por Snape. 

Mucho antes de la hora Harry salió con un vial poción en el bolsillo y se encaminó a Hogsmade.

Esperó en la habitación indicada. Snape entró tan altivo como cuando entraba en sus clases. Cerró las ventanas con un movimiento de varita y dijo:

-Desnúdate.

-¿Señor?- Murmuró algo sonrojado.

-¿Eres virgen?

-...No... Pero no tengo mucha experiencia.- contestó, pero la verdad es que no tenia experiencia ni tampoco lo había echo nunca.

Severus se sentó en la cama y soltó un suspiro haciendo un gesto para que se acercase. Harry obedeció y Snape empezó a desabrochar los botones de la camisa. El chico se asustó un poco cuando el hombre se acercó para besarle el pecho al descubierto. Le besó más abajo, sobre el estómago y sus dedos siguieron desabrochando la camisa. La boca del adulto se movió hacia un pezón y lo lamió con lujuria justo antes de meterlo entre los labios.

Harry soltó un gemido y en seguida un gritito de protesta cuando los dientes del profesor mordieron la sensible tetilla. La piel se le erizó por completo.

-Me gusta el sexo rudo... y me encanta cuando lo hacéis por dinero, así que cuanto más satisfecho quede yo, más te pagaré. ¿Está claro?

-Sí...- murmuró sintiendo la tetilla ardiendo. Le pareció extraño que su pene hubiese reaccionado al dolor. Lo sentía hinchado y aprisionado bajo el pantalón.

-Bien, ahora desnúdate y túmbate sobre la cama.- Su tono fue exigente lo que hizo que Harry obedeciese sin rechistar. 

Snape sacó unas cuantas cosas que no pudo ver y las dejó sobre la mesa. Se quitó la capa y la chaqueta con delicadeza al mismo tiempo que Harry se desnudaba a toda prisa y se tumbaba en la cama con sus manos cubriendo su parte más intima. Trató de relajarse.

Vio al hombre recoger algo de la mesa y acercarse a él. Era un ovillo de cuerda blanca, muy fina.

-Pon los brazos hacia arriba.- Pidió y cuando Harry obedeció empezó atarle sin ceremonias. 

Primero los brazos, las manos atadas a la cama con firmeza. Después los pies, separados. El cuerpo también fue adornado con cuerda apretada en la zona del pecho haciendo más proheminentes los pezones. Por fin, su pene. Harry soltó una protesta que rápidamente fue silenciada por un fuerte azote en el muslo. Snape siguió su labor de colocar cuerda alrededor del miembro erecto, desde la base hasta la punta, una, dos camadas de cuerda. Solo dejó el glande de fuera, la cual estimuló con el pulgar durante varios segundos.

Harry cerró los ojos, su profesor le estaba torturando. Lo que antes de había parecido una idea excitante ahora le asustaba un poco.

Snape desabrochó la bragueta y expuso su miembro y sus testículos grandes y pesados. El hombre no dijo nada, solo se subió al pecho de Harry y empezó a masturbarse delante de su nariz, certificándose que el chico veía bien el tamaño que tenía. Lo acariciaba una y otra vez. Cada vez que lo hacía y apartaba la piel del prepucio dejaba visible su glande gordo y jugoso.

-Abre la boca.- Cuando lo dijo ya la cabeza de su polla tocaba los labios rojos del muchacho. La empujó un poco más y la frotó contra la lengua suave obligándole a saborear las pequeñas gotas que salían de su meato.

Severus se irguió y se sujetó de la cabecera de la cama empezando a follar la boca del chico sin mirar a modales. Harry cerró los ojos y trató de controlar el reflejo del vomito, pero aunque este surgiese de vez en cuando Snape no se detuvo, mantuvo el compas que marcaban sus testículos contra el mentón del chico.

Al cabo de un rato, decidió que era suficiente y la enorme polla bajó por su cuello frotándose en toda la saliva que escurrió mientras Harry había tratado de chuparlo y jugueteó con ella sobre sus pezones. Después los besó y los lamió, los chupó con ganas. Harry elevó el pecho buscando más contacto, pero eso duró muy poco, Snape se levantó y cogió dos clips de la mesa y los cerró sobre las tetillas del chico quien lloriqueó de nuevo.

-Va a ganar un sobresaliente... veo porqué no se ha dedicado a los estudios, esto se le da mucho mejor.- Harry se sonrojó un poco, eso era todo un cumplido.- Separe más las piernas, quiero ver su ano.

Harry volvió a sonrojarse y trató de separar más las piernas atadas. El hombre lo examinó durante un rato, viéndolo contraerse y acariciándose la polla se vez en cuando. Cuando se decidió fue rápido, se lamió el dedo mediano y lo introdujo entero en el pequeño agujero.

Harry hizo fuerza con los pies y trató de cerrarse a la invasión.

-Le sugiero que no trate de escapar, muy pronto recibirá mi pene y es bueno que esté preparado para ello.

-..Duele...- murmuró.

-¿Que le duele?- preguntó sin detener su dedo mediano.

-Ah... mi miembro...- Su pene estaba muy apretada bajo las cuerdas y el glande empezaba a ponerse algo morada. Snape sonrió y se lo metió en la boca mientras que su dedo no se detuvo ni un momento.

Harry cerró los ojos y ladeó la cabeza, necesitaba soltarse pero sus puños estaban muy bien atados. Por primera vez de asustó de verdad. Se removió tratando de soltarse con desesperación. Snape volvió azotarle en el muslo, esta vez con más fuerza.

-No adelanta tratar de soltarse, solo saldrá de ahí cuando yo se lo permita.- Le pellizcó un testículo y Harry apretó el dedo de Snape con los músculos de su ano como reacción al dolor.

Snape continuó su labor de lubricar la entrada del chico con saliva y cuando ya cabían tres dedos y Harry gemía incontrolablemente decidió que había llegado el momento.

Se colocó entre sus piernas y lo fué penetrando, sin aviso previo, sin detenerse hasta quedar completamente ensartado.

Harry gimió, Snape era bastante grande y su polla estaba bien dura, abriendolo y exponiéndolo. Su interior estaba apretado por el miembro que creaba presión y hacia su vejiga estar a punto de explotar. Una tortura deliciosa que se volvió peor cuando el movimiento rítmico empezó, cinco centímetros de diámetro abriéndose camino una y otra vez quemando su entrada con la fricción. 

Los dedos de Snape liberaron sus pezones de los clips y le infligieron un poco más de tormento apretándolos y acariciándolos, causándole un placer insoportable.

Quería correrse pero las cuerdas no se lo permitían, sus testículos estaban cada vez más hinchados y doloridos.

Severus seguía invistiendo de ojos cerrados, parecía tener mucho control y el momento aun tardaría. Soltaba algunos gemidos cuando estocaba de forma más ruda, Harry por su parte nunca paraba de gemir.

-Por favor... ahh...- su cuerpo más pequeño era sacudido por completo cada vez que Snape empujaba sus caderas fuertes contra él.

-Cállate, o haré que te calles...

-Por favor... por favor...- pidió de nuevo. Snape se detuvo sin previo aviso y subió por su pecho colocándose de nuevo frente a sus labios. Sujetó al chico por el cabello y volvió a introducir su polla en su boca. El joven trató de protestar puesto que el pene estaba cubierto con jugo anal pero Snape tiró con más fuerza del cabello y le obligó.

-Chupa y traga.- Ordenó. Harry estaba aturdido pero aun así todo aquello le sobre excitaba. La orden había sido muy clara, chupar y tragar y Harry empezó a sorber el miembro cada vez que este se hundía entre sus lábios.

Los movimientos se hicieron más rudos y las manos de Snape sujetaron su pelo con mucho más fuerza manteniéndole quieto. Quiso volver a protestar pero su boca se llenó con la corrida caliente de su profesor. Trató de tragárselo todo pero el semen salía a chorros y se le escapaba por la comisura de los labios.

Snape se quedó quieto unos instantes acariciando los labios del chico con la punta de su grueso miembro, disfrutando de su orgasmo.

-Por favor...- lloriqueó una vez más y Snape le miró satisfecho por ver su semen escurriendo por el mentón del chico.

Volvió a sentarse entre las piernas de Harry y acarició su miembro sobre las cuerdas. Apretó con fuerza y la presión bajo las cuerdas se hizo aun mayor. El chico se mordió el labio.

-Venga córrete.- Su mano impuso un ritmo rápido y fuerte al pene aprisionado.

-Así no... ah... no podrá salir...- gimió mirando hacia abajo. Severus le ignoró y sonrió. Harry irguió las caderas y abrió la boca en un grito mudo. El orgasmo le invadió, intenso, quemándole desde la base hasta la punta, haciendo su cuerpo temblar como si fuese de gelatina. Su semen empezó a salir de su miembro muy lentamente, tratando de abrir camino por el túnel apretado de su uretra.

Harry cerró los ojos recuperando el aliento y sintiendo como Snape empezaba a soltarle. Comenzando por los pies, los brazos, dejando que su miembro se mantuviese prisionero hasta que todo el semen hubiese salido por sí mismo.

Cuando volvió abrir los ojos ya Snape se había abrochado la bragueta y se adecentaba. Harry se sentó en la cama con el cuerpo tembloroso. El hombre le miró y frunció el ceño. Se acercó a él.

-Usted no tenía los ojos verdes.

-¿Qué?- Harry no comprendió la observación de su profesor hasta que fue demasiado tarde. El efecto de la poción multijugo se terminó y su secreto quedó al descubierto.

-¿Qué broma es esta?- Su mirada era fulminante.

-Yo... perdone.- trató de levantarse y cubrirse con la sábana pero snape le empujó con fuerza de vuelta a la cama.

-! Conteste! Cree que puede burlarse de mí y no ser castigado?- preguntó en voz alta.

-!No! !No es eso!

-!Explíquese! 

-Usted... usted paga por ello y yo, solo quería saber cómo era ser amado por usted... no creí que...- se sonrojó.

-Ahora le podrá contar a sus amigos que el profesor de pociones es un viejo pervertido!

-¿Contarles qué? ¿Qué permití que me sodomizase?-Harry se puso de rodillas en la cama.- estás equivocado, yo solo quería estar contigo... solo quería tenerte una noche...- volvió a sonrojarse.

Snape se sentó en la cama aturdido por las palabras de Harry.

-Esto no debió ser así.- murmuró.

-¿Que quieres decir?

-Contigo, no debería ser así... lo he imaginado muchas veces y no era así que debería ser... porque yo también te amo.- le miró a los ojos y vio al chico sonreír.

-Me alegra que seas tú mismo...- le besó la mejilla y los dedos de Snape le atrajeron para un beso casto en los labios, muy distinto de lo que había acabado de hacer.

-¿Estás lastimado?

-Mmm no, pero estoy listo para hacerlo de nuevo, sin poción multijugos.