16 de maio de 2013

Harry Potter y el destino inexorable- capitulo décimo cuarto





CAPITULO Décimo cuarto
SLYTHERIN Vs GRYFFINDOR



A
maneció en el castillo, todos los alumnos se reunían en el gran comedor para el desayuno.

-Buenos días Ron…

-Qué mala cara tío, ¿qué te pasa?- Seamos se quedó mirando el pelirrojo lleno de sospechas.

-Pues nada, no he dormido bien.

-Ui, pues no veas cómo te va a sentar la prójima clase…- Comentó Hermione comiendo desinteresadamente su desayuno y leyendo el Profeta Diario.

-¿Por qué? ¿No toca Herbología?

-Sí, pero la profesora Sprout  no puede dar la clase, así que el profesor Snape la va a sustituir.

-¿Snape? ¿Oye Harry sabias tú algo de esto?- Harry le miró con los ojos llenos de ira y solo contestó:

-¿Por qué habría de saberlo?- Su tono tampoco fue el más amable.

-El prójimo martes es San Valentín y va haber una excursión a Hogsmead, ¿quien se apunta?- Aparecieron los gemelos con sus mochilas sospechosamente cargadas.

-Fred, George, perdeos!- Dijo Hermione al instante levantándose y marchándose sin más explicaciones.

-¿Y a esta que mosca le ha picado?- Preguntó George- ¿He dicho algo malo?

-No que va.- Contestó Harry  con semblante serio.- Está así desde que perdió el anillo.

-…Puto anillo…

-¿Y qué vais a regalar a vuestras novias?- Dijo Seamos lanzándole a los gemelos una miga gorda de pan.

-Un anillo…- se burló ron tragando un trozo de pastel- Ya sabes de sobra que ninguno de estos fallados tiene novia.

-¿Fallados? ¿Hablas de ti no? Porque yo creo que Fred le va a regalar algo a Angelina- Añadió George.

*

Harry se sentó y metió todos los libros sobre el pupitre. Cogió una pluma y comenzó por poner la data en la parte superior del pergamino. Snape cruzó la sala con pasos lentos y empezó:

-Por algunos motivos que no son de vuestra incumbencia la profesora Sprout no podrá daros clase hoy y como al parecer nadie más estaba disponible me han delegado esta fascinante tarea…

“El prójimo martes es san Valentín,  sería perfecto cenar con Severus…” Se sonrojó “Casi debería dejar que me leyese la mente….”

-Harry…- Ron interrumpió sus pensamientos tirándole de la capa.

-¿Qué?- Se giró hacía tras para poder ver mejor a su amigo.

-He descubierto una cosa sobre quien roba las cosas en Hogwarts!

-¿Ah si?- esta vez logró llamar toda la atención de Harry que prácticamente se de bruzó sobre el pupitre de sobre el pupitre de Ron.

-Sí.

-¿Qué cosa? Habla!

-Pues que le gusta el Rosbif – Harry giró los ojos.

-Vale, a mi me gusta… podría ser yo, o la mitad del castillo…

-“Pssst”! Ponte derecho…- murmuró. Mientras conversaban Snape deslizó hasta sus pupitres.

-Potter! Aún que yo solo sea un sustituto en esta clase, haría muy bien en recordar que aún puedo sacar puntos a los Gryffindor.

-Sí señor.

-Me temo que todos sabemos lo indudablemente fascinante que es su vida personal, pero celebridad o no, en mi clase no se discuten asuntos triviales como la fama… ¿Ha quedado claro?- Los ojos negros de Snape le fusilaron con un brillo que ya conocía.

Los Slytherins se reían y Harry se rió también en su interior, pero de su ignorancia. Si ellos supiesen que él ya había visto más que ese semblante de hechicero negro maléfico y que había tocado partes de ese cuerpo que ningún otro alumno se atrevería ni siquiera a soñar con tocar.

Snape era su Dios Slytherin del sexo.

-¿Está claro?

-Sí… sí señor.

-Bien… he traído algunas plantas de mi colección personal para que podáis observarlas y catalogarlas. Las distribuiré por vuestros pupitres y espero al final de la clase sobre mi mesa un pergamino con vuestro trabajo.

-Menudo rollo, tenía que venir este para ponernos a catalogar cosas…- se lamentó Ron justo detrás de la nuca de Harry.- Encima hay plantas aquí que nunca he visto en mi vida!

Harry le miró de reojo y se volvió a su propio trabajo y escribió:

Cada una de estas plantas es el cuerpo físico de una criatura elemental de la naturaleza…

-Oye Hermione, ¿qué es esto?- le enseñó unas hojas.- Conozco este olor pero no se que es…

-mmm con  ese olor tan penetrante es Alcanfor… déjame ver mejor. Sí, lo es. Muchos magos lo usan para pociones de calmar el dolor en sitios localizados una vez que tiene propiedad de entumecer los nervios periféricos. Además de esto se utiliza como perfume… por el olor. Pero es muy caro… a no ser que sepas hacerlo.

-¿Hacer el perfume?

-Jajaja, claro se hace como una poción común, lo que pasa es que es de un nivel difícil y no cualquier mago puede hacerlo por eso se hace caro.

-Uf, pues menuda colección tiene Snape…- Gruñó Ron desde atrás- mirad: Heleboro negro, Viscum, Artemisa absithyum….

-Pues hala ya puedes empezar a escribir Ron… ¿y tu Harry que es lo que tienes?

-Alcanfor y acónito.

-¿Solo eso?- Protestó el pecoso.

-No, también Belladona y ajenjo… pero no se qué escribir sobre esto…

-¿Sabíais que el ajenjo se puede utilizar para matar y mantener la sangre caliente después de muerto?

-Uf que sinistra estás Hermione…- Harry apoyó la cabeza sobre el codo y miró al frente fijando directamente su mirada en su profesor. Volvió al pergamino y tachó todo lo escrito anteriormente y empezó de nuevo:

Espero que esto no sea para entregarle a la profesora Sprout porque no tengo ni idea de que escribir sobre todas estas plantas.

De todos modos he descubierto una cosa que me había preguntado durante años: El alcanfor es tu olor….
                                                                                                        Harry

Se levantó, dobló el pergamino y metió todas sus cosas en la mochila.

-¿Has terminado?- Preguntó Ron, pero Harry no le contestó, atravesó el aula y sin más tardanzas le entregó el pergamino a Severus.

El hombre levantó la mirada del libro y la posó en él viéndole salir, implacable. Desdoblo el pergamino y leyó.

No estaba enfadado, estaba estático sorprendido. Se levantó y salió tras el muchacho, si pudiese le pegaría dos bofetones por incauto.

-¿Me buscas?- Snape se detuvo al cerrar la puerta.

-¿De qué va esto, Potter?- Casi le clavó el pergamino en la cara. Harry le apartó el brazo y se desapoyó de la pared estudiando el rostro frío del maestro.

-¿Me equivoqué?

-¿Te divierte?

-¿Vamos a seguir haciéndonos preguntas el uno al otro el resto del día?

-¡No me tutees! ¡No posees un mínimo de sutileza! ¡Te sugiero que hagas el trabajo que he pedido en clase y me lo entregues lo más tardar hasta el martes! Buenas Tardes, Sr. Potter! – Snape entonces volvió al aula sin mirarle de nuevo.

*

Harry se miró al espejo del baño analizando su rostro, sus labios y el brillo de sus ojos. “Te has pasado, merecías que te hubiese pegado….” Parecía decirle la imagen. No obstante la fuerza de la pación que sentía por él, le daba coraje y los pensamientos volaron en una peligrosa dirección. Sería posible entregarle ese trabajo el martes… “eres un calculista…” recogió sus cosas y volvió a la sala común de los Gryffindors.

-Ah, estás aquí… quería contarte más sobre lo de la carne.

-¿Qué carne?- Potter se  dejó caer despreocupadamente sobre el sillón.

-¡La que encontré en mis investigaciones!

-Ah… ¿Y dónde investigaste?

-Pues dónde desaparecieron las tazas. Estoy con Colin buscando información.

-¿Con Colin?- dijo casi incrédulo.

-Sí, le han robado su cámara.

-¿Y dices que había carne?- Preguntó Harry frunciendo el ceño.

-Sí carne cruda… unos trocitos. Colin sugirió que a lo mejor habían asesinado a alguien.

Hermione no pudo sostener una sonora carcajada desde el otro lado del salón.

-Sí, seguramente habrán matado a Miss Norris… no seáis estúpidos, la carne la habrá esparcido la gata o alguna lechuza o el cuervo de Snape.

-¿Snape tiene un cuervo?

-Si.- contestó Harry.- Se llama Hades. Le he visto muchas veces mandando sus encargos a Diagon Alley.

-Uf, bueno me voy que quedé con el cerebrito en la biblioteca, os veos más tarde.   

-Ron está como una cabra…- murmuró la chica sentándose al lado de Harry, cuando Ron dejó vacío el sitio.

-A mi me parece muy bien que ocupe su tiempo, aun que sea con una chorrada.

-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Con que has estado ocupando tu tiempo últimamente?- le echó una mirada de chispeante curiosidad.

-Bueno, con lo de siempre… ¿Qué tal con Krum?

-Cómo siempre…- contestó nerviosilla- bueno, tengo que ir hacer unas cosas…. ¿Y si nos vemos luego?

-Hey Harry, ¿listo para mañana?- Preguntó Angelina pasando por detrás del sillón con un libro de transfiguración en la mano.

-No.

-¿Cómo que no?- apuntó su varita a la mochila de Harry y la transfiguró en una snitch dorada.

-Con las clases extra de pociones y los deberes no he asistido a casi ningún entrenamiento. No puedo jugar.

-¡Venga! ¡Tú eres el único Seeker que tenemos!- la snitch volaba  por toda la habitación.-De todas formas te esperaremos en el campo, tu eres la única oportunidad de ganar contra los Slytherin.

-Me concedes demasiados meritos. Seguro que Wood podría muy bien ser el Seeker.

-No creo, Oliver es un Beater, nunca querrá ser Seeker.

-Uf, vaaale. ! Jugaré!- La snitch le cayó sobre las manos y con un toque de magia volvió a convertirse en su mochila.

*

Slytherins contra Gryffindors, eso anunciaba el cartel gigantesco en la entrada del estadio.

-Estaré deseando que te vuelvas a caer de la escoba, Potter.- Amenazó Malfoy protegido por toda su equipa vestida a rigor.

-¿Por qué no te vas a tomar por culo Malfoy?- preguntó Ron saliendo de las gradas.

-Cuidado con el nivel, Weasley…

-¡Creo que mi nivel es muy superior al tuyo que solo llega  a las braguetas de los tíos a los que se la chupas!

Harry apartó la mirada y echó un vistazo por encima de los Slytherins para ver quien estaba en las gradas de los profesores. Hasta el momento se encontraban prácticamente vacías. Tan solo una criaturita estaba sentada en el último lugar de la fila.

-No va a venir…- Ambas las equipas dejaron de discutir.

-¿Esperas a tu novio, Potter? Ajajaj ….- Los Slytherins volvieron a soltar unas cuantas carcajadas.

El árbitro anunció su presencia y el equipo verde salió al campo.

Al inicio el juego empezó calmado pero en menos de quince minutos ganó más velocidad. Se hizo un juego agresivo.

Los beaters  Slytherins se lanzaban contra los chasers  Gryffindors y empezaban a impedirles de moverse libremente.

Harry quería mantenerse concentrado en el juego y en la snitch que debía buscar… pero sus ojos siempre se dirigían a las gradas donde supuestamente Snape debería estar. 

-¡Harry!- se sobresaltó con el grito de Oliver que apuntaba hacia sus espaldas y de reojo Harry pudo ver la brillante snitch.

Se lanzó cortando el aire esquivando los golpes y las patadas de Malfoy durante diez rápidos y furiosos minutos.

Los goles de los Slytherins iban en aumento así como sus faltas.

Lo que ocurrió después fié tan rápido que Harry no pudo verlo con claridad: Draco voló directamente contra una blugder.

-¿La snitch dónde está?- Bramó Oliver un poco perdido en la situación.

-La tiene Harry!- Gritó Angelina al tiempo que el árbitro anunciaba el final del juego.

-Bravo!!!- Ron y Hermione se dieron la mano en las gradas, olvidando por instantes sus diferencias.

Cuando entró en la sala común de los Gryffindors hubo una explosión de gritos y felicitaciones. Había montañas de bollos, dulces y zumos. Fread y George lanzaban cohetes con sus varitas y el aire estaba cargado de destellos multicolores. Todos le felicitaban y festejaban la victoria sin embargo Harry se sentía terriblemente solo y angustiado.

Esperó a que la atención de sus compañeros se centrase en otra cosa y se escabulló por el retrato de la dama gorda.

*

-¿Hola?- La puerta de la mazmorra estaba abierta- ¿Severus?

- No deberías estar aquí.- Dijo una voz a sus espaldas.

-¡Me has asustado!

-Creo que esto empieza a ser cansino, Potter. Vete.

- ¿Puedo pasar?- Dijo sin esperar una respuesta.- Recuerdo el inicio del verano, cuando me trajiste aquí para decirme que me ibas a enseñar Oclumancia… Tú estabas allí – señaló la silla detrás del escritorio mientras tomaba asiento en la otra silla delante.

-Yo recuerdo que por aquel entonces eras mucho menos insolente de lo que lo eres ahora. ¿A qué has venido? ¿No deberías estar celebrando tu victoria? – Cogió una pluma y se sentó empezando a escribir sobre unos pergaminos.

-¿Toda esa acidez es porque gané a tus Slytherins?

-No lo creo….- contestó desinteresado.

-¿Recibiste mi carta?

-Sí.

-Lo siento.

-¿Por…?

-Por hacerte la vida un infierno… por causarte problemas con Dumbledore… por no dejar de amarte. Me siento horrible.

-Deja ya de hacerte la victima.- Dijo con rispidez abandonando el pergamino con los encargos.- ¡Me irritas cuando haces eso! El papel de niño desprotegido no te pega Potter.

La rabia y la indignación le llenaron el corazón.

-¿Sí? ¡Pues si soy un niño! ¿Acaso no es lo que te pasas el día diciendo? ¿Qué no puedes estar conmigo porque soy un niño?

-No hagas que pierda la paciencia o…

-¿…o qué? ¿Qué vas hacer? ¿Vas a pegarme? ¡Pues pégame!  ¡Hazme daño! ¡Me duele mucho más tu indiferencia que tu rabia!- Le gritó cerrando los puños con fuerza. Snape giró el rostro y cubrió los labios con la mano, ojos cerrados inspirando despacio.

Harry escondió su rostro entre sus manos e imploró en silencio no empezar a llorar en aquel instante. Pero el dolor era demasiado para su corazón.

Sintió unos brazos rodearle el cuerpo y obligarle a levantarse. El movimiento fue firme y entonces entre esos brazos no pudo contenerse y lloró por todas las cosas que tenía enterradas en su interior.

-Necesito refugiarme en tus brazos…- Se apretó contra ese cuerpo que conocía de memoria.- Necesito que me protejas…

El corazón de Snape se disparó con un dolor que le traspasaba como un agudo puñal.

-Tienes que calmarte. No será bueno para tu fama que te vean llorando cogido de mi capa…- Le apartó un poco, solo lo suficiente para verle los ojos rojos y llenos de lagrimas.- Tomemos una taza de té. ¿Te parece bien?

-Sí.- Sollozó.

Cuando Snape sirvió el té Harry parecía más calmado.

-¿Te sientes mejor?

-Sí, solo estoy un poco cansado.- Sacó las gafas y se limpió los ojos.

-Pues cuando termines el té deberías volver a la torre y descansar. Hoy ha sido un día muy largo.- Tomó un poco de su infusión antes de levantarse. Tardó unos segundos en decidir que frasco coger de su armario pero cuando lo hizo lo entregó a Harry.- Tomate eso antes de acostarte, te relajará.

-Gracias. Severus…

-¿Si?

-El… el martes va haber una salida a Hogsmead y todo el mundo va a ir… yo me preguntaba si tu…

-Odio ir a Hogsmead.- Se justificó antes de que Harry dijese nada en concreto.

-No, no quiero que me acompañes. De hecho  yo no había pensado ir. Lo que quería era saber si tú querías cenar conmigo.- Se sonrojó.

-¿Cenar?- preguntó algo incrédulo. Harry movió la cabeza en un gesto afirmativo y de repente Snape sintió como si algo lo estuviese ahogando despacio. Casi deseó no haber consolado al chico.- Yo creo que eso no va a ser posible…

-Por favor… solo una cena. Podríamos cenar aquí, nadie se enteraría de nada, Dobby nos traería la comida… por favor… Martes es San Valentín…

-Está bien, solo la cena, después te marchas.- Sentenció.

Harry sonrojado recogió sus cosas antes de besar los labios y murmurarle al oído un suave “Soñaré contigo”. Salió dejando al profesor una vez más a solas.

Martes…. Es luna llena…

6 comentários :

  1. Fina. Felicitaciones Saito la trama esta bunisima, entretenida, divertida, triste, con personajes que dan ganas de apretarles el cuello(voldemort, Malfoy), excelnte trabajo, besos, chao

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  2. Hay gente que simplemente, sabe lo que hace, y lo gace bien ... Estupendo trabajo!!!!!

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  3. Un gran, gran capitulo, me dejas sin palabras. Muchas gracias.

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  4. Saito, me has alegrado el día con el nuevo capítulo. Pero como nos puedes dejar así??? Estoy super intrigada. Me ha encantado tu forma de describir los sentimientos de Harry, por un momento pensé que Harry se iba a rendir con Snape.
    Besos, Guada

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  5. Hola, Saito. Pues no me había fijado que habías puesto este nuevo capítulo hasta ahora. Me enciego cuando veo lo de Stellar, jajaja. Pero de todas formas, también me ha gustado mucho, está poniéndose muy interesante y ya estoy deseando que Snape se rinda de una vez a los requerimientos de Harry.

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  6. Estupendo capitulo, como siempre, ya espero impaciente el próximo.
    Besos

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