6 de maio de 2013

Harry Potter y el destino inexorable- capitulo octavo





CAPITULO Octavo
ME QUIERE…NO ME QUIERE…




L
a Navidad se acercaba cubriendo el castillo con un manto de nieve blanca, fría y pura. Toda la tristeza y el mal humor de Harry parecieron desvanecerse de la noche a la mañana y ahora sonreía con un imbecil por casi todo.

-Creo que Harry ha perdido una tuerca…- comentó Ron en la biblioteca.

-Cállate que ahí viene!- rabió Hermione completando un resumen más para Historia de la Magia.

-¿Has terminado los deberes Harry?

-¿Qué deberes?- Dijo tomando asiento al lado del pelirrojo.

-Historia de la Magia…

-Ah si, los terminé por la noche.

-Ui, estamos aplicados…- se burló Ron- ¿Puede saberse a que se debe?

-¿A qué se debe el qué?

-Bah, no te hagas el tonto. ¿Por qué últimamente no borras esa sonrisa estúpida de la cara?

-¿No te gusta que Harry esté feliz Ron?- preguntó Hermione prestándoles atención.

-Sí, claro que me gusta, pero últimamente está raro!

-¿Yo? ¿Raro? Jajaja, qué cosas dices! Lo que pasa es que estoy confiado en que ganaremos la taza de Quidditch este año.- Mintió descaradamente.

-¿Tu crees?- Los verdes ojos de Ronald brillaron detrás de la pluma vieja.

-Si, Cho Chang se ha retirado de la equipa de los Ravenclaw y por lo que se aun no la han reemplazado.  Angelina me dijo hoy que la equipa tiene problemas, por eso querían suspender el Quidditch esta temporada pero Wood ha convencido a McGonagal. Si los Ravenclaw se retiran pasaremos a segunda posición antes incluso del juego!

-Eso es fantástico, Harry!- declaró Hermione entusiasmada .

-Sí, yo ya había oído algo sobre eso de que iban a suspender el Quidditch. ¿Te acuerdas que te lo dije en el aula de Snape?

-Sí, y nos costó 20 puntos….

-Qué va, Hermione, fueron 25…- La chica les miró furiosa.


A la hora de la cena se sentó en la enorme mesa que compartían todos los Gryffindors. Neville se escondía detrás de Seamos porque Malfoy y sus amigos Slytherins  les tiraban uvas y otras cosas a la cabeza.

-Odio a los Slytherins.

-Ignórales Ron…-  En ese momento llegaron Fred y George que tomaron asiento al lado de Harry.-Hecho de menos a Moody ojo loco, él pondría a Malfoy en su sitio en menos de un suspiro.- Siguió Ron sirviéndose de pasteles de calabaza.

Harry miró instintivamente por el salón y sus ojos se detuvieron en el lugar ahora vacío que acostumbraba a estar ocupado por Severus. Aun era temprano se dijo, y volvió resignado al tema de la mesa.

-Al final los Ravenclaw se retiran- anunció Fred.- lo supe esta tarde.

-Perfecto…- concordó Seamos quitándose a Neville y a un pastel de calabaza de cima de su capa negra.

-¿Pero que problemas son esos?-Quiso saber Harry.

-No se, no ha entrado en detalles, ya sabes como es McGonagal, pero yo y Fred pensamos averiguarlo!

-Claro!- Dijo Fred sonriendo con la boca llena de comida.

-Por cierto… ¿Vais a casa por navidad?

Al parecer todos irían a sus casas, todos a excepción de Harry. Su mirada se dirigió insistente al lugar vacío.

-¿Pasa algo Harry? ¿Estas triste porque todos nos vamos? ¿Por qué no te vienes…?

-Ah… no, no puedo. El profesor Dumbledore cree que debería seguir insistiendo con las Pociones.

-¿Tienes apoyo de pociones?- preguntó George cogiendo una uva y aprovechando que Malfoy estaba distraído para acertarle en su peinado pelo rubio.- Dios… seguro que eres una mancha…

-Qué va… no es tan malo! Neville es peor… lo siento Neville, no me mires así, es verdad!- se escapó Ron con descaro.

-Yo no dije nada!

-Me… me parece raro, ¿alguien ha visto a Snape hoy?

-Nah… y hoy no asistió a clase. McGonagal nos puso un trabajo y dijo que el profesor grasiento no se encontraba dispuesto…- comentó Fred

-…Lo cual es muy raro porque Snape nunca falta a una clase… No recuerdo que haya faltado nunca en todos los años que he frecuentado Hogwarts.- Concluyó George.

-Bueno, ¿y a quien le importa?- Dijo Ron con desdén.

*

El despacho estaba vacío. Solo se le ocurrió encaminarse a sus aposentos. Entró tras el relincho del caballo blanco en el retrato. La sala, estaba cálida por el fuego rojo, oscura y igualmente vacía. Siguió avanzando, sus pies conocían solos cada detalle de aquel suelo de piedra negra. Caminó directo a la habitación de su profesor.

El silencio ahora roto por sus suaves pasos le dejaba percibir también la respiración de alguien.

Abrió las cortinas de suave terciopelo y su mirada se fijó en el hombre desnudo y dormido entre las sabanas verdes.

Snape estaba durmiendo con el rostro volteado en su dirección. La expresión del profesor era tranquila, su corazón se detuvo un momento. De una forma casi inconsciente apartó un mechón de pelo de su rostro. Como eran oleosos. Severus los lavaba continuamente pero aun así ellos seguían sebosos. Se acercó un poco más y sintió el calor y el olor del otro mago. Su mano se posó sobre su pelo.

No era guapo, pero era misterioso y atrayente. No podía contener las ganas de acariciarle.

Snape abrió los ojos y le cogió en flagrante con la mano en sus cabellos y probablemente con cara de idiota mirándole. Harry sintió la sangre subir a su rostro. Snape frunció el ceño. Harry recogió su mano.

-¿Qué hace aquí?

-No te vi en todo el día, estaba preocupado…

-Eso no le da derecho a invadir mis aposentos! Respéteme! – Observó mostrándole una mueca de total desagrado.

-Lo siento yo… solo quería saber si estás bien. Fred me dijo que no asististe a clase hoy! Tu nunca faltas a una clase!

-Tuve cosas que hacer. – “?Qué demonios haces? No le debes explicaciones!... Solo fue un polvo Severus…

-¿… en la cama?- Levantó una ceja con malicia y sostuvo una expresión de lo mas celosa.

-Lárgate! – Él niño obedeció dejándole a solas con sus pensamientos una vez más.

-Yo y Nagini podemos compartir sentimientos y sensaciones… ¿Lo sabías Severus?- Lord Voldemort caminaba descalzo y casi desnudo alrededor de la cama dosel en la que estaba acostado, en medio de la habitación. Conocía muy bien ese amplio espacio desproveído de objetos. Tan solo las cortinas rojas de seda transparente volaban y se ondulaban por el viento que penetraba en la habitación por los ventanales sin cristales.  Las cortinas demasiado largas se arrastraban por el suelo lleno de hojas muertas al igual que se arrastraba la leve capa presa por los codos del lord oscuro.

Posó la cabeza sobre la almohada que olía a sándalo y relajó su cuerpo. Toda la habitación olía a lo mismo, eran las velas que se derretían en los grandes cantizales que desprendían ese olor. Acarició las sábanas con las manos abiertas, sintiéndolas bajo su piel blanquecina. No estaba preso, su amo nunca le prendía, era un esclavo sumiso y aceptaba siempre de buen grado todo el dolor y los castigos impuestos. No era más que una puta… pensó. Por más violentas que fuesen las caricias, las recibiría y gemiría como si desease más. Hipócrita.

El viento pareció silbar en su oreja… un silbido más y ahora más cerca. No era el viento, era Nagini que subía por la ornamentada pata de mármol de la cama.

Se alejó instintivamente de la matizada serpiente. La primera cosa que vio de ella fue su cabeza del tamaño del puño de un hombre, después dos ojos amarillos de pupilas rasgadas que le miraron fijamente.

-Nagini siente lo mucho que me atraes y me excitas… siente que puedes darle lo mismo, la misma clase de placer que me das a mi….- La serpiente sacó la lengua delgada y silbó una vez más como en contestación.

Severus se agarró de las sábanas con tanta fuerza como pudo cuando la piel estriada y verde, fría, escamosa empezó a subir por su tobillo desnudo. No era solo asco, era miedo, terror de esos ojos que nunca se separaban de los suyos.

Sintió el peso sobre su muslo, tenia un metro de serpiente sobre el colchón y aun no veía su final…

-Acuéstate Severus! Separa los brazos y las piernas…

-Amo!- Gimió.

-Hazlo!- Su voz sonó fuerte y rezumbó en las paredes vacías como un trueno. Sonrió viendo a su esclavo obedecer, acariciando sus caninos afilados con la punta de la lengua.

“Macabro…” pensó Snape estupefacto por la reacción de sus pezones. Nagini deslizó un poco más metiendo todo su cuerpo sobre la cama… onduló su pesado cuerpo acercándose del medio erecto pene de Severus. Enredó su cuerpo en él y lo apretó sin piedad.

Subió hasta el cuello del mago dónde silbó y sacó la lengua electrizando el cuerpo pálido del mortifago que volvió a cerrar los dedos sobre las sábanas.

La serpiente tanteaba ahora sus pezones por un instante. Sólo fue un minuto, enseguida oyó a Voldemort ordenar que separase más las piernas. Le pareció absurdo, brutal, enfermizo, pero no pudo evitar un gemido de placer.

Obedeció sin rechistar esta vez y un momento después Nagini olfateaba su ano y metía un poco la boca forzando la entrada arrugada. Snape cerró los ojos y contrajo los músculos para impedirle el acceso a su interior.

-¿Severus…?

-¿Si, amo?- Abrió los ojos al tiempo que un frasquito cerrado con un tapón de corcho caía sobre la cama.

-Dilátate.- Su corazón se disparó, ¿iba a follarle Voldemort? Ignorando a la serpiente que seguía abrazada a su pene erecto, estrujándolo, metió dos dedos dentro de la pócima y acarició su ano. Esta vez se obligó a relajarse, lo que le parecía muy difícil con Nagini rodeándole el cuerpo y silbando desesperadamente. Los metió de un solo empujón en su interior soltando y largo gemido.

Voldemort asistía a todo sin perder detalle.

-Me encanta que seas tan vigoroso…. ¿Te caben tres dedos ya?- Preguntó observando el expuesto agujero meloso.

-Si, amo.- Jadeó con esfuerzo.

-Bien… coge la cola de Nagini y métetela. No pares de empujar hasta que te lo diga.-Snape empalideció. En aquel momento quiso llorar de vergüenza, huir, pero no pudo.

Sondó  hasta encontrar la cola suave, resbaladiza y fría y forzó un poco la entrada con ella. Entró un poco y Nagini onduló su cuerpo enviando electrizantes azotes a su prostata.

-Ahhh….- La sujetó con una mano, el resbaladizo cuerpo amenazaba salirse del suyo y su amo aún no había ordenado que parase.

Su pene estaba azulado, ígneo por la falta de oxigeno y circulación en sus tejidos… estaba muy, muy sensible…

Apretó un poco el cuerpo de la serpiente con los músculos de su ano e introdujo varios centímetros más de ella. Siguió insistiendo hasta que Nagini empezó hacerse un poco ancha y dilataba demasiado su ano. Gimió una vez más en agonía… no cabía ni un milímetro más. Estaba lleno, abierto por el diámetro de la serpiente, la sentía comprimiendo sus órganos internos con cada movimiento. Tenía muchas ganas de orinar.

-Para!- murmuró Voldemort.- Recuéstate!

Una vez más obedeció gimiendo y gruñendo, balaceando sus caderas, arqueando su espalda. Nagini se movía pero sin salir del mismo sitio su lengua acariciaba su ahogado pene.

Voldemort se sentó  en la cama y acarició el expuesto tórax de su esclavo. Severus mordió el labio inferior al añadir el dolor de un pinchazo en un pezón provocado por las uñas afiladas de su amo. Murmuró algo ininteligible y separó los labios dejando escurrir entre ellos la saliva caliente.

El lord se rió alto. Sólo él podía hacer con que el carrancudo profesor de pociones se convirtiese en un sumiso esclavo sexual… ¿Qué pensaría Dumbledore si le viese ahora?, ¿así…? ¿Con las piernas abiertas gimiendo y jadeando? Sonrió aún más al imaginar lo que pensarían los alumnos puros y púdicos de Hogwarts si viesen ahora a su maestro de pociones erguir sus caderas en desesperación… ¿qué pensarían si viesen al jefe de Slyterin con una serpiente enterrada en su culo?

Nagini soltó el pene de Severus y empezó a deslizarse sobre él  con suavidad, agitándose en su interior y forzándose a salir muy lentamente.

-OHH- Era delicioso y enorme. Nunca nada tan grande había salido jamás de él, moviéndose de esa forma. Su prostata comprimida una y otra vez por la violencia del desplazamiento ondulante de la serpiente. Su pene escocido restregado más y más contra la piel escamosa.

No pudo aguantar la fuerza de las sensaciones, el placer ganó al asco, el delirio a la cordura y su semen salió a chorro manchándole el pecho y escurriendo como un bálsamo sobre su piel dolorida.

Voldemort no escondió una mueca de agrado al ver como su esclavo culminaba humillado, retorciéndose como la misma serpiente que tardó aún en salir por completo de su cuerpo.

Cuando volvió a si, la habitación estaba vacía, sólo quedaba el asqueroso sentimiento de suciedad, degradación, desprecio y tristeza.


*

Se sentó en la cama y cerró las cortinas alrededor. Quería estar solo, sin ver a nadie. Reflexionó  durante un breve instante… “Qué asunto podría ser tan importante que obligase Severus a perder una clase?” Sólo había una explicación  y ella surgió en su mente en forma de una palabra sencilla: Voldemort.

Aplastó dos sapos de chocolate antes de tirarlos afuera de la cama. Estaba seguro de que sus sueños eran reales, eran situaciones  que ya habían ocurrido años antes o podrían perfectamente estar pasando en el exacto momento en que lo soñaba. Lo peor, pensó, es que veía a Severus en algunos de esos sueños…

Odió una vez más al mago oscuro, le maldijo entre dientes.  Le había separado sin piedad de su madre y su padre, por su culpa Sirius estaba muerto y ahora también quería apartarle del hombre al que amaba…

-¿Estás seguro de que no quieres hablar?

-No tengo nada que decir!- Contestó a la voz que procedía del exterior, preocupada y curiosa.

-Venga Harry, hace días que estás así, yo no me creo que todo esto sea por las pesadillas… Venga hombre, el mal humor no te puede durar siempre!

-Mejor déjame en paz!

-Es casi navidad, va haber un paseo a Hogsmead… ¿Por qué no te vienes?

-No tengo nada que hacer en Hogsmead, Ron.

-Despejar la mente, respirar aire puro… Hablar con los amigos…

-Ya tengo la mente suficientemente despejada, ahora necesito cosas con las que llenarla!

-Harry…

-Déjame en paz, he dicho! – Gritó furioso. Ron no se atrevió abrir las cortinas, aún qué era fuertemente tentado a pegarle dos ostias a Harry. Tampoco le dijo nada más, tan solo protestó frases inaudibles y me metió en la cama.

Al cabo de un tiempo el silencio fue roto de nuevo y pudo percibir que Neville y seamos se estaban acostando también.

A la mañana siguiente se levantó temprano cuando todos estaban aún dormidos. Se vistió lo más rápido que pudo y bajó a desayunar. No quería ver a ninguno de sus amigos, no fuese a tener que volver a gritar o a ser rudo con alguno más. Ellos no tenían la culpa de las cosas que Severus le hacía.

El pasillo que conducía al gran comedor estaba un poco congestionado. Varios alumnos, perfectos y profesores se aglomeraban incrédulos rodeando lo que parecía ser el armario de los trofeos. Aún en puntillas no podía alcanzar a ver lo que ocurría.

-¿Qué pasa?- Preguntó a Luna que intentaba salir de la confusión.

-Uf me van a espachurrar!- Por fin logró salir y saludó a Harry con una sonrisa.

-¿Pero qué ha pasado?

-¿No te has enterado? Han robado los trofeos de Quidditch!

-¿Los trofeos? ¿Todos los trofeos?- Frunció el ceño- ¿Para que iban a robar algo como eso?

-Sí, y rompieron los cristales y todo, casi destrozaron el armario. Pero, yo que se… me parece que hay muchos locos por aquí… Bueno, voy a buscar mi capa, es que voy a Hogsmead, ¿Te vienes?

-Ah, no gracias, me quedaré a ver que pasa…- Intentó ver un poco más de lo que pasaba entre la multitud pero nadie le contaba nada de concreto. Al cabo de un rato apareció el director acompañado de los profesores McGonagal y Snape.

Desde el sitio en que se encontraba era imposible ver nada, con la cantidad de cabezas que parecían unirse aposta.

-Alumnos de Hogwarts, este ha sido un acto que avergüenza profundamente la escuela. El Sr. Filtch pasará a investigar el sucedido y el ladrón no quedará impune! – Clamó el director.

Se encogió de hombros, tan poco le parecían tan importantes unas cuantas latas viejas. Su vida se desmoronaba y todo Edmundo se preocupaba con unos putos trofeos.

-¿Has oído eso Harry? Robaron los trofeos, eso incluye los que ganaste para Gryffindor!- Le comentó un afligido Gryffindor de primer año,

-Bueno, ¿y qué? Me resbalan los trofeos… Me voy a desayunar.





10 comentários :

  1. INCREIBLE !!
    Madre mia menudo capitulo, jamas se ma paso por la cabeza meter a Nagini en las torturas sexuales de Snape. Tienes un don para escribir de verdad, me esta encantando tu fanfic. Espero con ansias la continuacion. Un besooo enorme :D

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  2. Hola, Saito. Ya me parecía a mí que Snape no iba a ser tan fácil. Y menuda escena más morbosa con la serpiente, me ha encantado. Uff, al final vas a conseguir hacerme fan de Snape y mira que estaba difícil, jajaja. Besoss.
    P. D. ¿Por qué siempre tiene que haber tarta de calabaza o de limón o de chocolate y cereza??? Me muero de ganas de comer algo de esooooo. Besoss.

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  3. MUY BUEN CAPÍTULO, AMIGO. LA ESCENA DE SEXO HA ESTADO LA MAR DE MACABRO. ¡DIOS! ME ESTREMEZCO DE PENSARLO. JE...
    AUNQUE PARECE QUE SEVERUS LO DISFRUTA. BUENO CONTINUA ASÍ. UN ABRAZO

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  4. Hola Saito, gracias por el capi, me quede con los ojos cuadrados con la escena de nagini jajaja
    que tengas linda semana, bye^^

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  5. Ya me imaginaba que Snape iba a hacerse el duro. Normal que Harry se encuentre de tan mal humor. Y la escena de sexo con Nagini, uff jamás me la habría imaginado, me encanta!!!!
    Saitoooo tengo unas ganas de seguir leyendo, no tardes en el proximo capitulo :-)
    Besos. Guada

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  6. Fina. Hola Saito, tremendo capitulo, esa escena con nagini chico esta increible; Felicidades por tan excelente capitulo, besos, chao

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  7. Este capitulo me ha impactado, no creo que me reponga después de leer esa escena, que depravación! Increible, me arrodillo ante tu capacidad de imaginar los escenarios mas increibles y cuando pensamos que ya no se puede llegar más lejos,zas, otra escena aún mas fuerte.
    Gracias Saito, espero que el proximo sea mas relajado o no respondo por mi salud mental, jaja
    Besoss

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  8. Te quedo muy bien.... Pobre Severus, no le va muy bien al pobre.

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  9. Muy buen capitulo, te estas superando!
    Por cierto, donde te metes??

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  10. Muy buen capítulo, muchas gracias.

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