21 de novembro de 2014

Después del fin- capitulo 8


Capitulo 8

Habla Richard



Me desperté sintiendo los brazos de Benedict rodeando mi cuerpo, notó como me movía y me apretó un poco más contra él.




-Todo va bien.- murmuró en mi oreja. Acaricié su mano y suspiré. Todo era muy reciente aún, a veces era como si todavía estuviese allí, solo.- Lo ultrapasaremos juntos.

No pude evitar sonreír un poco cuando sus labios buscaron los míos y me besó como si estuviese roto emocionalmente, como si fuese una muñeca de porcelana.

-No me voy a romper Benedict.- Metí los dedos entre los rulos de su cabello corto.- Necesito saber que estas aquí.

-Lo estoy.- Contestó abriendo los ojos por primera vez y mirándome sorprendido. Le sonreí de nuevo:

-Házmelo saber.

-¿Estás seguro? Todo ha sido muy reciente y no quiero que…- Posé mi dedo sobre sus labios.

-Por favor…





-Toc, Toc.- dijo una voz en la entrada de la habitación.

-¿Nos conocemos?- pregunté dándome cuenta de que su rostro mutilado no encajaba con nadie que pudiese haber conocido hasta el momento.

-Hola, soy Sally. ¿Puedo pasar?

-Sí, claro, pasa… aunque creo que no nos conocemos.- Añadí.

-No, no nos conocemos.- Sonrió.- Pero después del empeño de Benedict en rescatarte creo que tienes que ser alguien especial… así que he venido a ver como estabas.- Se encogió de hombros.

-Oh, gracias. Sí, estoy mejor… Si quieres puedes sentarte.- Señalé la punta del colchón a mi lado y ella sonrió antes de aceptar.

-Benedict tenía mucho miedo de perderte, no ha descansado un minuto hasta dar con tu paradero, eso dice mucho de vuestra relación. ¿Hace mucho que os conocéis?

-Sí, alguno…- dije mirando al suelo.

-Te debe de querer mucho… cuando le conocí andaba tratando de entrar al bunker a toda costa, ensangrentado y llorando a moco tendido.- dio una carcajada.- Buenoo vale, a moco tendido no, pero por su desesperación supongo que habría llorado algo pero a lo mejor no debería decirte eso.- se encogió de hombros.- Los hombres siempre prefieren que se cuente como se pelean y se arrancan los ojos unos a otros en lugar de cuando son sensibles y lloran.

-No creo que le importe que yo sepa que ha llorado.- Sonreí recordando su mirada azul marina.

Ella dio otra carcajada divertida.

-Claro que no, pero seguro que preferirá que sepas como ha arrancado la cabeza de ese Blanco de cuajo y nos la ha traído en una bolsa para entrar al bunker.

-¿Qué?- pregunté casi para certificarme de lo que había oído.

-Pues eso.- Sally dejó de sonreír por instantes.- ¿No lo sabías? Lo hizo por ti Richard…

-Se lo he preguntado…

-Bueno, te cuento lo que he visto. Cuando le encontré traía la bolsa con la cabeza del Blanco. Todavía guardan el ojo en el laboratorio.

-Le habrá encontrado muerto.- murmuré.

-Cuando un blanco muere les arrancan los ojos para que no los cojamos antes de que se libren del cadáver…- se encogió de hombros. -Pregúntale a ver que te dice.

Por un momento me pareció obvio que Ben matase a alguien para entrar al bunker, yo lo haría, por él. Mataría a media docena de esos cerdos. Pero por otro lado me pareció algo intimidante y aterrador. ¿No podría haberlo hecho prisionero y después soltarlo? ¿Debería apenarme por la suerte de mis captores?

-Perdona Richard no quería preocuparte, pero pensaba que si lo sabías, sobre eso y sobre lo que pasó en el puente…

-¿Qué puente?

-Uf… lo siento, de verdad. Me tengo que ir, pronto empieza mi turno de vigilar.- Se puso de pié.- Mira si quieres te lo contare todo mañana.

- Tranquila, - dije- hablaré con él.

-Noo.- Puso su mano sobre mi hombro.- A lo mejor no quiere que sepas que ha matado a tanta gente… te lo contaré todo, después. Espero que te recuperes.

Se levantó y se marchó sin decir nada más, dejándome solo con los fantasmas de sus palabras.



Durante un rato caminé por los pasillos y observé algunas mujeres ocupándose de los niños que habían recogido. Supuse que todas ellas habrían perdido a sus hijos y ellos habrían perdido a sus madres. Este nuevo mundo nos estaba enseñando a amar y a ocuparnos más de los nuestros.

Mis pasos y mis pensamientos me encaminaron a la sala del laboratorio dónde me habían examinado.

No había nadie, así que ni siquiera tuve que justificar mi presencia.

El lugar estaba tan sucio como lo recordaba, la camilla con aspecto desgastado en el centro de la sala al lado de una mesita con material médico.

Me acerqué a la estantería al fondo, porque fue lo que más captó mi atención. Habían varios libros, viejos y de aspecto polvoriento. Parecían antiguos pero no por falta de cuidado pero porque parecían ser de varios años antes del incidente.

También había material de farmacia, sueros, jeringuillas, pastillas y botellas con varias sustancias que le daban alegría de los colores a la polvorienta estantería.

No me extrañó ver en una de las baldas varios frascos que contenían especies conservadas. Cosas realmente asquerosas y raras, que nunca había visto antes. Entre ellos por fin encontré lo que buscaba, un ojo humano flotando en formol.

Lo cogí para observarlo más de cerca.

-¿Te interesa la biología?- La voz de Roso me sorprendió. Vestía una bata por encima de su ropa desgastada.

-Fui… soy enfermero.- murmuré encogiendo los hombros.- Solo estaba apreciando el poder de la evolución.- señalé las criaturas conservadas.- Y me encontré con esto.

-Ah sí… El ojo. La llave al bunker.- Cogió el frasco de mi mano y lo observó.

-¿Cómo la conseguisteis?- Pregunté para certificarme de la respuesta.

-Lo trajo Benedict.

-¿Lo trajo así?- Volví a preguntar tratando de tirarle de la lengua.

-No que va. Trajo la cabeza entera.- Colocó el frasco de nuevo en la estantería.

-Entonces ha matado a ese hombre.- Murmuré para mi mismo pero Roso dio una carcajada.

-No creo que sobreviviese con la cabeza separada del cuerpo. Creo que solo hizo lo que todos deseamos hacer… esos hombres, no perdieron nada. Se escondieron con sus familias en los búnkeres mientras nosotros nos derretíamos aquí afuera con la radiación. Para colmo y no contentos solo con sobrevivir ahí abajo, ahora se dedican a secuestrarnos y a experimentar con nosotros. Pero de eso creo que puedes hablar más que yo… ¿has empezado a tomarte las pastillas?

Las palabras de Roso tenían sentido, tenía razón. Pero me molestaba que Benedict me lo hubiese ocultado. No era el hecho de que hubiese matado a alguien, yo también lo había hecho más de una vez cuando me sentía amenazado. Solo me molestaba que no me lo contase.

-¿Qué pastillas?

- Las que te di, ayer.- se sentó en la silla junto a su mesa.

-Están aquí. No las quiero, te lo dije.- Saqué el blíster del bolsillo y se las devolví.

-Está bien, pero si las necesitas…

-Lo superaré.- Le corté y Roso asintió diciendo:

-Benedict ha sido muy valiente, sin él no podríamos haberte recuperado.- Me pregunté si yo era tan importante para ellos como para sacrificar a tantos recursos, y la respuesta fue clara en mi cerebro: no. Allí pasaba algo y yo pensaba descubrir que era.

-Es cierto.- murmuré en tono condescendiente.- Pero antes, ¿podría ver a los otros que se salvaron?

-Lo siento Richard, no te lo dijo Benedict? Nadie más lo ha conseguido.





Hacía frio, demasiado. Desde que había regresado el frio era algo omnipresente para mi, simplemente no podía mantener la temperatura de mi cuerpo. Pensé que quizás hubiese perdido sangre o me hubiesen expuesto a bajas temperaturas. Tardaría algún tiempo en recomponerme.

Metí la cabeza bajo las sabanas tratando de lograr entrar en calor con mi respiración.

Benedict llegó, oí su ropa caer al suelo justo antes de que su peso moviese los muelles viejos del colchón bajo nuestros cuerpos. Me di la vuelta.

-¿Dónde has estado?

-Salí con un equipo de buscadores, hemos encontrado provisiones y medicamentos.

-Quiero irme de aquí.- Le corté de cuajo.

-Ric, ya hemos hablado sobre esto. Ambos coincidimos que no sobreviviríamos solos. ¡No estás recuperado!

-Me iré de aquí, contigo o sin ti.- Mis palabras salieron de sopetón, como una bofetada. Ben no dijo nada. Suspiré y añadí:- Esta gente no me gusta, ¿no te parece raro que te hayan ayudado?

Ben sujetó mis brazos y me empujó sobre la cama aprisionándome debajo de su cuerpo. Sabía que trataría de convencerme de que eran buenos, de que lo hacían porque les habíamos caído bien, mentiras. Me extrañaba que Ben se dejase engatusar por ellos.

-No me importa que pienses que estoy traumado o estresado. He tomado mi decisión. Aunque preferiría que vinieses conmigo.- completé después de que me soltase.- Además creo que deberías explicarme que pasa entre tú y esa amorfa.

-¿Quién? ¿Sally?

-Sí, ha estado aquí hoy tratando de hacerme ver que tenéis mas en común que tú y yo.- Me cruce de brazos.

- ¿Cosas en común? No sé de que hablas.- Pareció genuinamente confundido.

-Cosas como secretos. El ojo… el puente…- Su cuerpo se tensó a mi lado después suspiró y dijo:

-No son cosas de las que me orgullo pero no tuve opción.

-¿Porque se lo contaste a ella y no a mi?

-Yo no se lo conté, ella estaba presente… espera, ¿estás celoso?- Fruncí el ceño con su acusatoria pregunta.- ¿Por eso quieres marcharte?

-¡Qué dices! No estoy celoso estoy jodido con tu comportamiento.- me exalté de indignación.- Creía que íbamos a ser compañeros.

-¡Lo somos! ¡¿O crees que pasaría por todo este infierno si no te amase?- Sus manos temblaron en la penumbra pero yo podía verlo tan claro como si estuviésemos a la luz del sol.

Medité sobre si esa era la razón por la que me quería ir, pero muy pronto me di cuenta que no era eso. Había algo que no sabía explicar, un sentimiento, una desconfianza más oscura y profunda que simples celos.

-Quiero saberlo todo Ben, ¿cuando me rescatasteis que pasó?





continua...



Gracias a todos los que habeis esperado tantos meses por esta actualización. Espero que el trabajo me permita continuar a postear este relato. Besos a todos los que me siguen. Os amodoro!

11 comentários :

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh!!!!!!!!!!!!

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  2. Un capitulo estupendo, no sabes lo que lo echaba de menos gracias por volver a subirlos espero el siguiente como agua de mayo, besos

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  3. ¡Síiiiiiii! ¡Por fín! Gracias por subir un nuevo capítulo. Me muero de la intriga por saber qué pasará ahora, tienes el don de dejarnos siempre con ganas de más. Ahí pasa algo raro y tú has cortado el capítulo en lo mejor. Muchos besos y a esperar por más.

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  4. Oh, Sai, cómo me alegra que hayas vuelto a publicar!!!
    Mmm... Ben debería hacerle caso a Ric, parece tener buenos instintos.
    Espero que tus obligaciones te permitan publicar pronto, la historia está en un punto de lo más interesante.
    Besos

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  5. ¡¡Al fin la continuación!! Qué alegría me has dado porque me encanta esta historia. Estoy deseando ver qué pasará a continuación, yo también quiero que se vayan de ahí antes de que se cumplan los malos presentimientos de Richard. Besosss.

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  6. Muchas gracias por el capítulo, ya le tenia ganas. Besos

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  7. Muchas gracias Saito por continuar la historia, deseba seguir leyendola.
    besos

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  8. Oh, Sai, qué alegría me has dado al publicar un nuevo capítulo, esta historia me gusta bastante. Espero que el trabajo te lo permita continuar y así poder disfrutar y ver que que pasara a continuación, si tiene o no Richard razón.
    Besosss

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  9. OMG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! >////<
    No sabes lo feliz que me hiciste cuando mire que habias actualizado n_n
    Habia esperado tanto este capi shgsahgs muchisimas gracias por compartirlo con nosotras xD

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  10. Hola estoy leyendo la historia y esta muy interesante , ojala puedas continuar escribiendo que me encanta las historias de escribes , sigue adelante y suerte en tu trabajo.

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