Sus besos eran como sellos de
fuego sobre su piel. Era la cuarta vez que él y House tenían esta clase de
encuentros. Nunca creyó que fuese tan maravilloso. Estar con House por si solo
era mayor fantasía de toda su vida y siempre pensó que era por su rudeza, su
hostilidad que casi rozaba el sadismo. La primera vez House le acarició, le
besó hasta el orgasmo. La segunda entró en su despacho y sin saber como, estaba
recibiendo la mejor mamada de su vida, tirando se su cabello y gimiendo su
nombre.
La tercera vez fue él quien
buscó el contacto y una vez más House acabó dominándole, chupándole el miembro
y explorando su interior con los dedos en el sofá de su casa.
House nunca permitía que
Wilson le tocase, ni que le viese desnudo en esos momentos, lo que le confundía
realmente. Esa vez decidió que las cosas cambiarían, también quería tocarlo
ahí, besarlo… Quería ver como era House duro con venas gruesas…
Estaban sentados en el sofá de
su despacho, Wilson estaba en la realidad casi acostado y House se inclinaba
sobre su pecho expuesto para recorrerlo con los labios.
Wilson cerró los ojos y abrió
la camisa azul por planchar de Greg, buscando su piel con el tacto de sus dedos,
le gustó sentir el vello de su pecho enredarse en sus dedos. House gimió y sus
besos siguieron la línea de su cuello hasta sus labios de nuevo.
James siguió acariciándole el
pecho, jugueteando con los pezones y bajó la mano hasta el cinturón de piel. El
hombre le sujetó la mano enseguida y la atrajo de nuevo hacia su pecho.
Sus labios ahora exploraban la
parte de atrás de las orejas lamiendo en la sensible zona donde nacían los
cabellos oscuros de Jimmy, al tiempo que enlazaba sus dedos en los dedos de la
atrevida mano. Wilson no le dio treguas, con la otra mano volvió a buscar la
hebilla del cinturón.
House se detuvo y se apartó de
golpe.
-¿Qué pretendes Wilson?
Los labios de James estaban
rojos su pelo caótico, su camisa arrugada.
-Tocarte… ¿te suena tan
extraño?
-Si quisiese que me tocases te
lo habría dicho.
-House lo hemos hecho varias
veces incluso ahora me dejas erecciones que me duran hasta mañana… ¿y yo no te
excito?
House le miró con un azul gélido.
-No quiero hablar de ello. Si
quieres podemos seguir este juego, sino se acabó.
-Quiero darte lo que tu me
das!
-Ya me pagarás la comida…
-House… tu siempre eres un
egoísta, siempre! Incluso en la cama tenía esa idea de ti! Cuando me contabas
las cosas que hacías con las putas que iban a tu casa… ¿y ahora ni siquiera
quieres que te toque?- va voz de Wilson tembló.
-Una idea más errada sobre
mi…- rodó los ojos- si yo soy un turrón de azúcar!- Su voz de burla fue
bastante evidente.
James suspiró y se pasó la
mano por la cara.
-¿No habrás contagiado
herpes?- preguntó.
-Estoy quizás más sano que tú,
siempre uso condón.- se preparaba para levantarse pero unas manos le
impidieron.
-Entonces!?
Déjame darte
placer! Te prometo que te gustará, no puedo ser tan malo en ello, aunque Bonnie
te haya dicho que soy terrible en la cama…
-Bonnie no dijo que eras
terrible en la cama!- estaba a punto de perder la paciencia.- Quieres tocarme,
pues tócame!!.-Abrió la bragueta y se apoyó en la pierna buena para bajar los
pantalones y los bóxeres hasta las rodillas. – Todo tuyo.
El pene flácido de House
sobresalía entre el vello castaño rubio como un tesoro escondido. Para Wilson
fue la visión más tierna que tuvo del nefrólogo.
Se arrodilló y Greg se recostó
antes de que Wilson le besase el vientre, le explorase las caderas con las
manos y besase también sobre cada una de sus protuberancias iliacas.
Le miró a los ojos y muy
suavemente sostuvo su pene entre los dedos y empezó a masturbarlo. House nunca
apartó la mirada como si esperase ver algo ocurrir.
James sintió como empezaba a
surgir una erección y la tomó en su boca. Siguió durante un rato lamiendo y
jugueteando con sus labios sobre la glande pero la erección no se hacia has
consistente.
-Puedes dejarlo ya- dijo
House.- No va a volver, puedes verificar la hora de la muerte.
Wilson se separó confuso.
-¿Qué?
-El vicodin, Wilson, no tengo
erecciones.- James le miró de boca abierta, entre avergonzado y en shock.
-House yo… - El hombre se
subió los bóxeres y los pantalones.- ¿Hace cuanto tiempo que…?
-Casi dos años.- Su voz sonó
frustrada. Aunque no quería aparentarlo Wilson sabia que si lo estaba. Nunca
una situación así era fácil para ningún hombre y menos para uno como House…
eterna necesidad de mostrarse viril y ser dominante.
- House, podemos buscar reducir
el vicodin… debiste decírmelo…
-No quiero. El vicodin me
quita el dolor…
-Y el placer!- La mirada de
House se endureció.
-Pues será mejor que te
busques otro amante, uno que te pueda meter carne a empujones, porque conmigo
lo vas a tener crudo!- Se levantó del sofá y buscó su bastón por la habitación.
-No te entiendo… - le miró- ¿por
qué me buscaste si no querías que lo supiese? ¿Por qué seguimos con esto si tú
sabías que tarde o temprano yo quería tocarte?
House le lanzó una mirada muy
distinta a todas las anteriores antes de salir. Wilson se quedó más confuso aun
porque la mira decía claramente: “Porque te amo”
Fin de la parte 1
No creas que no me cuesta todavía ver a este par como pareja, pero como lo que más me gusta de este personaje, el Dr. House, es precisamente ese cinismo que se gasta y esa caradura e ironía, creo que te sale muy bien. Así que esperando a ver si se le arregla ese problema tan serio.
ResponderEliminarGracias paqui!! El problema de House no se si se puede curar, pero quizas se pueda hacer algo para saltar el problema XD
EliminarHola, Saito!!! Me encantan mucho tus historias!! Pobre House!!! Se que Wilson lograra hacer algo para resolver es problema!! Besos
ResponderEliminarHola Ed!! Me alegra verte por aquí! Muchas gracias por tus comentarios!! Besoss
EliminarHola Saito, muchas gracias por seguir regalandonos tus historias. Me ha gustaado mucho el capi. Bueno ya veremos si wilson encuetra alguna solucion y convence al cabezota de House, jajaja.
ResponderEliminarQue tengas un lindo fin de semana.
Besosss
Holaa Ross!! Jajaja seguro que pronto encuentran una solución *-*
EliminarGracias por pasarte!!
Hola Saito! me gustó la historia pero el que hayas hecho a Hugh impotente no te lo perdono.Soluciona esto pronto o tendré que visitarte junto con una brigada de hooligans amigos que tengo para explicarte como son las cosas.¡Por Dios, dale un viagra anti vicodin o algo así! ¡Me desespera verlo así!. Besos
ResponderEliminarJajaja Hola cio! Uf no creo que pueda hacer nada de eso XD
EliminarHola, Saito. Otra historia en la que toca ver sufrir a Wilson al maximo, pobrecito!
ResponderEliminarPero me gusta que House siga con su caracter cínico y arrogante.
Gracias por la historia, besoss
Hola, Saito. Bueno, algo harán dos médicos tan buenos como ellos para solucionarlo, ¿no? Y si no pues que compren un buen consolador, jajajaja. Besoss.
ResponderEliminarHola, Saito.
ResponderEliminarMmmm... interesante planteamiento... siento curiosidad por leer lo que se les ocurre para solucionar el 'problemita' de House :)
Hay que ver cómo te gusta hacer sufrir a James!!! ;p
Muchas gracias por compartir.
Besos