14 de março de 2013

Stellar 5000- capitulo 6



Capitulo 6

Ofideon

-Comandante!- Bramó Jensen entrando en el puente.

-Sí señor?- Se puso de pie de un salto.

- Prepárelo todo para nuestra marcha, pida permiso a embarcadero para soltar la nave. Tenemos mucho camino por delante…

-Jensen, ¿estás seguro de que la nave va aguantar? Quiero decir, ese crío, no sé, no creo que esté arreglada… Nuestros mecánicos….- murmuró Chad.

-Son unos incompetentes… pero no, no está arreglada. Y no sé si volveré a firmar la solicitud de muchos de los alistados aquí!

-Lo siento Señor.

-Venga, a que espera, ponga rumo a Soladac.- Su rostro permaneció tenso mientras recordaba la última batalla contra los They. Los miembros del consejo tendrían ya, muy seguramente respuestas sobre la proveniencia de los dragones estelares y que hacer al respecto. Aun así sabía que no podrían subestimar más a sus adversarios, eran listos como serpientes.

-Señor, ¿quiere que mande revisar la nave en cuanto lleguemos?- preguntó Chad, aun temiendo por su seguridad.

-Por su puesto, Jared es un chapucero!

-Por cierto, es que estoy intrigado…- admitió el comandante- ¿Por qué nos ayudó?

-¿Por qué crees tú que nos ayudó?

-¿Porque quería algo a cambio?- Probó

-Aprende algo Chad, sea cual sea la especie de uno, todos los seres son motivados por el interés.

-¿Y qué quería a cambio?- El capitán no contestó solo dejó su ceño fruncido y entonces Chad no preguntó nada más, sabia por experiencia propia que Jensen no tenía intención de revelárselo por lo cual no hablaría más del tema.


Planeta Solladac, centro de la S.P.A

Los senadores y los venerables se sentaban en la cámara del consejo en el piso inferior de la torre Stellar.  La luz se intensificaba al reflejarse en las paredes de marfil. Sus atuendos andrajosos nada tenían de semejante con la ropa cómoda de los militares.

Allí de pie en medio de una amplia y vacía sala de suelo brillante como un espejo esperaba algunas palabras del parlamento.

La primera palabra la siseó uno de los más viejos senadores.

-Bien, Capitán Ackles, le hemos llamado para que nos dé una opinión de lo que vivió cerca de Dallastar.

-Milord, lo que pasó lo envié en un informe al consejo…

-Sí, pero queremos que hable de esos detalles irrelevantes que no especificó.

-Con respeto Milord, pero hay opiniones que uno debe guardarse…- dijo Jensen haciendo una breve reverencia.

-No si esta en causa la integridad de los planetas de la alianza!- intervino un senador phealyn.

-Capitán, ¿cree que se nos pasó algo por alto?

-Yo solo creo que se podrían haber ahorrado vidas… hemos caído en un truco y lo hemos pagado con sangre…- respiró profundamente sin dejar trasparecer la oración silenciosa por sus compañeros asesinados. Nunca habría sido un hombre de fe, pero al final de una vida entera de guerra nunca había tenido una batalla tan trágica.- Quince naves volaron juntas, quince! Con la potencia del Ofideon y todas tan bien preparadas y solo regresó una!- su voz retumbó en la cámara.

La asamblea estaba en silencio concentrada en Jensen, algunos parecían templando los nervios para que su rostro no traspareciese emoción alguna mientras escuchaban las palabras de aquel guerrero.

-Esto es una tragedia, una catástrofe, un fracaso…- dijo sombríamente – eso es obvio para todos nosotros, y esos hechos por si solos sugieren el curso de acción que ha de tomarse. Pero sospecho, honorables dignatarios que aquí hay algo más que un fracaso trágico, catastrófico.- El viejo conserje se levantó.

-Está hablando de traición!?- El siseo en conformidad llegó de todas las partes de la sala, una manifestación casi sorprendió a Jensen por su pasión y su intensidad.

Inhaló hondo para continuar:

-Solo eso explica cómo pueden anteceder nuestros movimientos… ¡pienso que hay un traidor entre nosotros!

-Eso son sospechas que deberían comprobarse antes de hacer acusaciones Capitán Ackles! – Espetó uno de los miembros que traslucía una pétrea expresión de ultraje e indignación hacia Jensen.

-Si es usted inocente, no tiene nada que temer.- Murmuró el capitán.

El miembro más viejo, que se situaba justo delante, dentado en una silla bordada con marfil se levantó despacio y con un gesto sereno sostuvo las dos miradas furibundas que se descargaban una sobre la otra.

-Los sucesos en Dallastar fueron catastróficos y trágicos, de eso no hay duda. Demasiados guerreros valerosos perdieron su vida allí. Propongo que se haga paz en este senado en su memoria.- Hizo una pausa y continuó.- Capitán, ¿de quién fue el plan de ataque y quien era el responsable por su ejecución?

-Era mío señor. Yo estaba a cargo de todo.- Dijo tranquila y fielmente.

-..Entonces se le podría culpar de traición Capitán Ackles…- interrumpió metiendo cizaña de nuevo el otro miembro del senado.

-Se me podría culpar de muchos errores pero no creo que yo sea el hombre que busca senador Dolph…

-¡Silencio!- Dijo por fin el anciano perdiendo la paciencia- Este no es lugar para pisoteaos la dignidad como si no fueseis más que una chusma de They!

Jensen se mantuvo de pie, manteniendo el control para no darle dos ostias a Dolph que sonreía con petulante satisfacción.

-El de traición no es un cargo que pueda hacerse a la ligera. Yo particularmente no doy crédito a esa acusación Dolph, ni por un minuto, ni por un instante. Creo que todos recordareis los sacrificios que el capitán Ackles hizo durante el transcurso de los últimos 10 años, de la tarea que ha conducido y ha llevado adelante hasta aquí. No pienso, ni creo que hubiese trabajado tanto solo para tramar una traición.

-Gracias señor.- Jensen hizo una reverencia.

-Propongo que exponga sus ideas.

-Señor, de hecho creo que alguien nos espía y filtra informaciones secretas. Pido permiso para trabajar en el sentido de descubrir al traidor.

-No podemos prescindir de su capacidad de mando…

-Señor…- habló lentamente- pienso que solo ganaremos terreno en esta guerra cuando descubra al traidor.

-Eso es lo que vos decís.- Replicó una vez más el senador Dolph.- Estáis acaso subestimando su capacidad como estrategas?

-No he dicho eso, Milord.- Contestó Jensen- Pero no creo que su nivel de inteligencia haya crecido tanto en los últimos 2 años… Al principio su fuerza se basaba en el número de guerreros que tenían, pero a poco y poco han empezado no solo a superarnos en número como también nos anticipan en movimientos. Empiezan a ser muchas batallas perdidas y empiezo a sospechar…- El senado hizo silencio. Una pausa se arrastró durante varios minutos.

-¿Y va a proponer una lista?- preguntó Dolph.

-No, solo desmoronaría la alianza y destruiría el S.P.A- Contestó el Capitán.

-Sí, de eso estoy de acuerdo… Nadie deberá saber del curso de sus investigaciones, no debemos poner en causa la integridad del sistema de la S.P.A y mucho menos alertar al traidor. El consejo le concede luz verde a su misión. Esperamos noticias suyas en cuanto tenga algo de concreto.

-Sí señor.- Hizo una reverencia  y supo que debía retirarse. 

En las grandes puertas de la cámara, Jensen giró sobre sus talones y su mirada se encontró con la de Chad.

-¿Qué haces aquí?

-Te estaba esperando… caminemos…- Jensen se limitó a sacudir la cabeza y empezó la marcha por los pasillos.

-¿Para qué me esperabas?

-¿Qué te dijo el consejo?- Preguntó lleno de su típica curiosidad.

-Los ancianos están de acuerdo en que busquemos al traidor. Naturalmente no me alejaré de mis otras misiones, pero comprenderás que esta es prioritaria…

-Jensen.- Chad se detuvo- mis deseos son los de ayudarte fielmente en esta causa, así que, de ese modo te pido que hagas tus evaluaciones a mi persona y que después me aceptes como tu ayudante.

-Chad, sabes que eso no es necesario, eres mi comandante y no dudo de tu lealtad hacia la alianza.

-Se que doy la impresión de ser un poco cobarde pero créeme que eso no detendrá mi cometido.- Dijo sosegadamente el rubio.

-Mi decisión ya ha sido tomada- declaró Jensen en un tono seguro- Te pediré que te unas a mi pero tienes que jurar que no lo comentarás con nadie.

-Gracias.- Retomó el rumo siguiendo a Jensen.- Pero dime, ¿Qué idea ha sido esa la de traer al chico aquí?

-¿Qué?- Preguntó sorprendido el capitán.- Yo no le traje…

-Sí, le he visto bajar del embarcadero.

-¿Qué? ¡Maldita sea!- gruño Jensen que agarró a Chad del brazo y tiró de él en dirección al embarcadero- Maldito crio!


Ofideon algunos minutos antes

Se asomó desde una de las ventanas del Ofideon y sus ojos grises abarcaron el lugar. Era la ciudad más hermosas que jamás había visto.

Esbeltas torres de marfil se alzaban entre las millones de luces que se extendían por kilómetros hasta donde alcanzaba su mirada.

Desde su ventajosa posición, podía ver tres de los muchos puentes que bordeaban el corazón de Solladac. Las naves espaciales cruzaban los cielos como hilos multicolor. Los edificios predominantes de la cuidad eran torres de metal que simulaban formas. Esplendidas estructuras de cuarzo rosa se erguían entre ellas de modo que solo asomaban los ápices de esbeltas espiras.

Los límites de la cuidad no eran visibles, así que concluyó que Solladac era una de esos planetas en que las ciudades se unieron unas a otras para formar una única. Aquél era un largo territorio desconocido pero por poco tiempo…




5 comentários :

  1. Hola, Saito. Gracias por continuar Stellar que es un relato que me encanta, aunque esta vez ha sido un poco más corto, ¿no? Pero se está poniendo muy interesante y estoy deseando leer más y mássss. Besosss.

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  2. Se la han jugado a Jensen, ya tengo ganas de que se encuentren, van a hacer explotar el planeta, seguro. Gran capítulo, muchas gracias.

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  3. Gracias, Saito por otro capitulo!!! Besos & Abrazos!!
    ~Edmarie~

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  4. Se me había olvidado decir que la imagen está genial, me encanta. Besoss.

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  5. Este comentário foi removido pelo autor.

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