3 de março de 2014

Despues del fin- capitulo 6






Capitulo 6

Habla Benedict

Con la mañana llegó el ruido de la gente dirigiéndose a sus quehaceres. Me levanté del colchón sintiendo las piernas adormiladas por una mala postura. Me preparé para salir de la improvisada habitación cuando Zachary acompañado de un puñado de hombres me trabaron el paso y me empujaron de vuelta.




-Bien, estos son los que he logrado reunir.- murmuró.- ¿Dónde están las armas? Vamos a por ellas.

Me mordí el labio y miré al suelo, yo no era tan estúpido. Si pensaban que podían sonsacarme la información y reventarme los sesos, estaban muy equivocados.

-En un sótano.- dije

-¿Un sótano dónde?- volvió a preguntar.

-Creía que íbamos a formar un equipo.- Le miré a los ojos.- Armas por un rescate.

-Y es lo que vamos hacer.

-Eso no es lo que parece.- Me cruce de brazos.

-¿Y qué es lo que parece?- Preguntó uno de los que acompañaba a Zachary acercando peligrosamente su frente de la mía.

-Me parece que os vais a quedar las armas y acabareis conmigo.

-Tranquilos.- Zachary volvió a tomar palabra metiéndose entre nosotros.- Ya tenemos armas suficientes para matarte, pero te hemos dado cobijo y promesa de ayuda.

-No creo que tengas muchas alternativas de todos modos.- Añadió el hombre detrás de Zachary. Los miré durante unos minutos, en silencio.

-Está bien.- Suspiré y me limpié la boca a la manga de la camisa.- Os llevaré allí, conozco el camino.

Zachary asintió y nos encaminamos al salón dónde habíamos conversado el día anterior.

No le puse mucha atención a lo que decían los demás miembros de la comunidad, mis ojos se mantuvieron fijos en el jefe mientras explicaba lo que íbamos hacer. Entonces me pidió que explicase el camino que llevaríamos hasta el otro lado del rio.

No deberíamos tardar más de dos días en recorrer los túneles, quizás menos si no nos deteníamos demasiado. Yo no quería detenerme ni un segundo, sentía más energía fluyendo por mis venas que nunca. Estaba más vivo que en meses. El dolor y la agonía de la perdida eran mi combustible y pensaba usarlos hasta tener a Richard de nuevo a mi lado.

Cogí una de las mochilas preparadas para el viaje y la catana. Me había acostumbrado a ella, era leve y fácil de manejar aparte de que me confería la protección del silencio que un arma no podía.

Llegados el fin del mundo la gente piensa en cómo podrá haber sobrevivido un simple actor, sin entrenamiento de sobrevivencia sin la menor idea del cuerpo humano o de medicina… Bueno, un actor en sus muchos trabajos al largo de los años ha aprendido a manejar un sable, ha enfrentado horas y horas de ejercicio para poder correr más que su compañero de reparto o tan solo tuvo que arreglárselas para conseguir más dos tallas de puro musculo para lucir sin camiseta en una escena cortada. Un actor aprende muchas cosas, tan solo me sentí algo incomodo por nunca haber aprendido a negociar con terroristas…

-Sera mejor que te vayas cubriendo las espaldas por el camino.- Murmuró uno de ellos a mi oído.

Yo sonreí y puse todo mi empeño en mi mejor sonrisa de desprecio.

-El último que insinuó algo guardé su cabeza en una bolsa.- Mantuve la sonrisa y continué el camino.

-Frank, no seas gilipollas.- Protestó Zachary acercándose.

-Solo espero que esa puta valga la pena…- Añadió Frank antes de alejarse.

- Es difícil que confíes en nosotros, o nosotros en ti, pero yo se que todavía hay gente dispuesta a hacer algo para que el mundo no empiece a pudrirse.-Manteníamos el paso a lo largo de los escombros de las bombas que produjeron el incidente y destruyeron la ciudad

-Sabré donde depositar mis lealtades llegado el momento. No es necesario una larga charla sobre ello.- Me encogí de hombros. No soy un hombre ingrato, no fue eso lo que me enseñaron y aunque el mundo cambió yo me mantuve la misma persona.

Yo y Richard, estuvimos poco tiempo juntos, si le hubiese conocido antes del incidente, el tiempo que llevamos no habría sido suficiente para empezar una relación. Pero ahora cuando una hora corre a la velocidad de un día era como si hubiésemos compartido mitad de nuestras vidas.

Los hombres delante de mí se detuvieron y yo choqué contra la espalda de Frank.

-¿Qué ocurre?- Había estado tan metido en mis pensamientos que ni me percataba de los peligros. Una mano en el aire hizo señal para que nos callásemos.

Posé la mano sobre la catana y aguardé. Al otro lado de la calle dos amorfos descuartizaban el cadáver de una muchacha. El grupo pareció negar en silencio y seguir nuestro camino. No podíamos correr riesgos innecesarios y la muchacha ya no tenía salvación.

Seguimos adelante y solo nos detuvimos en la entrada del metro.

Aunque nunca se veía el sol, era notorio que este empezaba a declinar detrás de las noves grises que ocupaban el cielo desde el apocalipsis y la oscuridad de la noche lo volvería todo mucho más aterrador.

Deberíamos descansar y comer algo antes de bajar. Retomar fuerzas era importante para poder aguantar el resto del camino.

Tal y como lo recordaba todo seguía húmedo y oscuro. El ruido del agua cayendo de forma continua en el baño me produjo un golpe de profunda angustia. En mi mente podía escuchar el eco de nuestras risas tan solo unos días antes.

Noté como todos se sentaban junto a zachary, a algunos metros de mi. Charlaban en voz baja y se repartían comida.

Me aseguré de mantener mi mochila entre mis piernas antes de sacar una lata de deliciosos pepinillos que me corroerían el estomago durante varias horas.

-¿Puedo sentarme?- Me cuestionó una voz. Un hombre de mediana edad me miraba desde arriba con su mochila entre las manos.

-Claro.- asentí con un gesto.

-Soy Jean Pierre, creo que no nos han presentado.- Me tendió la mano y yo le saludé con un suave aprieto.

-No creo que me hayan presentado a nadie.- mordisqueé uno de los pepinillos en vinagre.- Mi llegada ha sido algo, perturbadora para vuestro grupo.

-Ya, es que hemos visto demasiadas cosas y es difícil aceptar a gente nueva, ¿sabes lo que te digo? Nunca sabemos cuáles son sus intenciones.

-Lo entiendo y no lo tomes a mal pero, no espero de ningún modo hacer parte de vuestro grupo. Solo necesito ayuda.

-Lo dices ahora, por la forma como fuiste recibido pero tú también sabes que tener un grupo que te respalde es la mejor forma de sobrevivir. No hay quien aguante tanta mierda viviendo solo…- Jean sacó una barrita de caramelo y me la tendió. Acepté su regalo, en ese instante me pareció que solo intentaba hacer mi presencia allí más cómoda.

-Gracias.

-¿Esa persona que quieres rescatar es tu familia?

-Es importante para mí.- contesté tan solo. Antiguos fantasmas me asombraron y me impidieron de decir toda la verdad sobre mi relación con Richard.

-También se han llevado a una persona muy querida para mi, pero esta muerta.- suspiró.

-¿Cómo puedes saber eso?- fruncí el ceño.

-Cuando ya no los necesitan o si algo va mal desechan los cadáveres en uno de los campos por detrás de esa entrada en el túnel. Le encontré allí hace un mes.- Noté como su voz parecía presa por un hilo. Se esforzaba por no llorar y le concedí el merito de haberlo conseguido después de decir:- Su cuerpo estaña mutilado, desfigurado… fue… terrible.

Sus palabras me hicieron volver a guardar el pepinillo en la lata, de pronto se me fue el hambre. La tortura era un pensamiento que trataba de alejar, siempre intentaba no relacionar a Richard con tortura o experimentación humana. Y aunque siempre supe que para eso le habían raptado, todavía me negaba a creer que alguien pudiese utilizar así a un semejante.

-¿Qué le hicieron?

-No creo que deba contártelo. Espero que podamos encontrar a esa persona que buscas antes de que sea demasiado tarde.- tocó mi hombro con la mano antes de hacerse un ovillo a mi lado y colocar la cabeza sobre la mochila.

Suspiré.

Me recosté también pero nunca pude conciliar el sueño, en mi mente las imágenes de antiguas películas de terror que creía olvidadas se materializaban y Richard era la victima de las más terribles torturas. Cerré los dientes con fuerza y esperé con ansia la hora de seguir a delante.

Nos detuvimos allí durante cuatro horas que más parecieron cuatro semanas interminables.

El oscuro túnel nos esperaba lleno de ecos y vientos que traían con ellos olores a cosas desconocidas y asquerosas.

-Bueno, antes de entrar ponedme atención.- Pidió Zachary.- Allí dentro no hagáis ningún ruido, no disparéis a nada a no ser que sea estrictamente necesario. ¿Hay algo que quieras añadir, Benedict?

Elevé mi mirada y me di cuenta que el equipo tenía los ojos puestos en mi.

-No, tan solo: Gracias por vuestra ayuda.

Frank refunfuñó algo que todo el mundo pudo oír:

-Solo lo hacemos por las armas.- Su hombro chocó con el mío de forma propositada cuando me adelantó y entró al túnel.



Ninguno de los ruidos me sorprendió cuando caminaba por el inmenso pasillo de piedra, guiado por los gruesos cables que seguían por el techo. Todo estaba tranquilo.

Cuando pasamos por la sala dónde había descansado con Richard esperaba encontrar allí al cadáver del mutaperro que nos sorprendió, pero cuando iluminé la entrada observé un rastro de sangre enorme y en el interior tan solo quedaba una poza roja y gelatinosa, prueba de que nada había sido soñado.

-Dios, ¿Qué ha pasado aquí?- Zachary apuntó con su linterna.

-Un mutaperro nos sorprendió aquí hace unos días.- murmuré atónito.- le maté.

-No estaría bien muerto.- dedujo.

-Estaba muerto, hay demasiada sangre aquí, no sobreviviría a eso.- señalé el charco.

-¿Pues dónde está?

-Esa es la cuestión.- contesté fijándome en las marcas de sangre que sugerían que algo le habría arrastrado. ¿Qué cosa podría arrastrar a un animal de unos 180 kilos?

-Creo que deberíamos saltarnos los buenos recuerdos de tu luna de miel y largarnos de aquí.- Protestó Frank acercándose.- Odio este lugar.

-¿Siempre eres así de cretino?- Le pregunté.

-¿Qué? ¿Qué me has llamado?- Frank empujó su pecho contra el mío.- ¿Crees que te tengo miedo, pijo de mierda?

Me mantuve firme y Frank volvió a empujarme con su pecho, sin pensármelo demasiado llevé el puño atrás y le propiné un puñetazo en la mejilla.

-¡Hijo de puta!- Me gritó y en menos de dos segundos estábamos en el suelo tratando de golpearnos. Sentí las manos de los demás metiéndose entre nosotros impidiéndome de hacer lo que fuese.

-¡Deteneos!- Dijo Zachary con firmeza. Yo lancé una última patada alcanzando a Frank en el vientre.- ¡Alejadlos!-Nos empujaron manteniéndonos bien sujetos de brazos y piernas.- ¿Pero que cojones creéis que estáis haciendo? ¿Queréis atraer a todos estos mutantes de mierda? ¡Porque si es así os dejaré aquí como cebo!

Escupí sintiendo el característico sabor metálico de la sangre en mi boca. Mi oído estaba pitando así que al parecer me había alcanzado con un puñetazo que no llegué ni a sentir en el calor de la pelea.

Tan solo nos soltaron cuando estuvieron seguros de que no nos volveríamos a liar. Tuvieron el cuidado de separarnos mientras caminábamos por el túnel. Yo iba al frente y Frank era uno de los últimos hombres. Así nos evitaríamos nuevos conflictos.

No llegaba a entender que era lo que le disgustaba de mi persona pero la verdad él tampoco se hacía querer.

-No le hagas caso a Frank.- Zachary caminaba justo detrás de mí y pareciera como si pudiese escuchar mis pensamientos.- No está… no está bien.

-Nadie lo está. No creo que nadie en este mundo este mentalmente sano. Pero ya puede dejar de ofenderme constantemente o terminaremos mal.- contesté sin molestarme en mirarlo.

-Su hija tenía 14 años, sobrevivió a la radiación. Es raro que alguien tenga algún pariente vivo aun. Pero el año pasado los Blancos nos hicieron una emboscada mientras recuperábamos mantenimientos en una zona residencial y la mataron. Frank no acepta que la hayan asesinado. No acepta que después de sobrevivir a la catástrofe algún imbécil la degollé sin misericordia. Ella era todo lo que le quedaba.

Me detuve incomodo e irritado por su declaración.

-Richard también es todo lo que me queda.- Admití por fin.

—Mierda ¿Qué es eso?- Escuchamos al hombre en frente nuestro. Nos habíamos detenido junto al nido. La sustancia pegajosa continuaba protegiendo los huevos translucidos y brillantes.

Las criaturas me parecieron más grandes que la última vez, parecían mucho más apretadas e incomodas.

—mm Larvas de rana.— Contesté

—Las ranas no tienen larvas…— Se burló uno de mis compañeros.

—Pues eso…— murmuré— que no tengo ni puta idea…

—Pero yo no me preocuparía mucho por lo que son, más bien por lo que quieren.— iluminó con su linterna y pudimos observar como eclosionaba uno de los huevos.

El nacimiento parecía ser un mecanismo en cadena porque con la ruptura de uno de ellos, los otros empezaron a agitarse.

—Larguémonos de aquí.— Le di un empujón al tipo que se quedaba estático delante de mí.

La primera criatura que salió tendría el tamaño de un gato, su piel parecía húmeda y resbaladiza, sus ojos eran grandes y verdes de pupilas enormes y redondas.

Apunté mi arma lentamente mientras la criatura nos estudiaba. Pareció saborearnos con un olisqueo del aire. Eso fue lo suficiente para distraernos, estábamos tan centrados en ella que no nos percatamos de que más huevos habían eclosionado.

Otra criatura saltó sobre Frank mordiéndole el cuello con sus pequeños dientes puntiagudos, la otra que nos miraba no perdió tiempo y saltó también sobre Jean Pierre mordiendo su mejilla. Gritos, sangre… recorrí el nido con el arma apuntada y para mi sorpresa más de mitad de los huevos estaban rotos…

—¿Dónde están?...— pregunté.

—¡Hay que largarse de aquí!— Sugirió Pierre arrancando el ser de un puñetazo. Asentí y empecé a correr por el túnel siendo seguido por los demás.

El eco de un silbido nos perseguía a lo largo del túnel y el suave arañar de las uñas sobre la pared de piedra hizo que nos detuviésemos. Eran rápidos, seguían corriendo a nuestro lado incluso por el techo del túnel.

Nos miraban desde el techo del túnel evaluándonos como “comida”.

-No nos detengamos…- Escuché la inconfundible voz de Frank quien se acercaba por ultimo presionando su cuello con la mano para parar la sangre que seguía chorreando sobre su chaqueta.

-No creo que podamos escapar corriendo 20 km, así que será mejor que tengamos un plan.- protesté.

Mi catana se alzaba preparada para rebanar a todo bicho que se le ocurriese saltar sobre mí. Frank desenfundó una pequeña pistola que llevaba en el cinturón y sin decir nada la apuntó a la cabeza de Pierre y disparó.

En ese instante olvidé a las criaturas. Mi boca se abrió de incredulidad.

-Frank!- Zachary se lanzó sobre el hombre en vano, Pierre ya caía inerte al suelo.

-No creo que sea alimento suficiente para toda esa bandada así que os sugiero que empecemos a correr.

-¡Estás loco!- El grupo estaba en shock pero muy pronto tuvimos que reacionar puesto que las criaturas eran ahora atraídas por la sangre. Se acercaban de forma calculista y organizada.

-Vamos…- Zachary tiró de mi chaqueta y volvimos a correr en dirección a la oscuridad.

Tal y como Frank tan fríamente predijo los mutantes se quedaron junto al cadáver de Jean y se olvidaron de nosotros.

La rabia explotaba en mi pecho, el odio que sentí por Frank me hacia desear salir del túnel para poder golpearlo una y otra vez hasta que me doliese el brazo.

Felizmente muchos metros más adelante encontramos un agujero en la pared del túnel, un pasaje entre el túnel principal y los de mantenimiento. Nos metimos uno a uno y cuando por fin sali al túnel de mantenimiento empujé a Frank contra la pared apretando su cuello con toda la extensión de mi brazo derecho. Podía abarcar casi todo su cuello y empujar contra la pared utilizando el peso de mi cuerpo. Apreté.

-¡Eres un hijo de puta! ¡Era tu compañero!- Frank trataba de alejarme arañándome hasta que entonces me golpeó bajo las costillas y yo me caí al suelo de rodillas.

-Tienes suerte de no haber revelado donde están las armas o el banquete de esas cosas serias tú.- dijo tosiendo y tratando de recuperar la voz.

-Escúchame bien pedazo de mierda.- Intervino Zachary.- Cuando lleguemos al campamento serás juzgado por lo que acabas de hacer y serás castigado. Y te juro por dios que si intentas algo más no saldrás de aquí.

-¿Juzgado? ¿Por salvar nuestras vidas?- Dio una sonrisa ladeada.- Ha muerto uno para la salvación del grupo, solo tenéis que agradecerme.

Se aregló la ropa y volvió a masajear su cuello dolorido y herido.

Pensé que lo mejor que podría ocurrirle a Frank era desangrarse mientras tuviese oportunidad porque eso no era nada comparado con lo que le haría si volviese a ponerle las manos encima.

Iniciamos marcha y yo continué perdido en pensamientos, esta vez me vino a la memoria Jean Pierre. Pensé en la ironía de la vida y en la crueldad de las personas. Algunas horas antes Pierre me había estado persuadiendo a comprender el estado mental de Frank, le había estado defendiendo. Defendiendo a su asesino.

Frank no era solo un hombre perturbado como me lo había hecho creer, era un hombre malo.



No volví a pronunciar palabra hasta que salimos a la superficie.

11 comentários :

  1. Hola!!!
    Me encantó el capitulo, Frank es un malvado de $%&$!
    Me muero... necesito saber que le paso a Richard
    Eres grandioso! Gracias por tu maravilloso trabajo!!
    Besos♥

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  2. Hola!!!!
    Gracias saito por compartirnos este nuevo capitulo, el cual estuvo muy bueno ;)

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  3. Gracias por el nuevo capitulo estuvo genial estoy deseando seguir leyendo para saber de Richard, un abrazo

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  4. Hola: Gracias por el nuevo capítulo, ha sido muy intenso. Estoy deseando leer el próximo. Besos.

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  5. Hola, Saito. Cada vez te superas más con esta historia. Ha estado muy emocionante, me han encantado esas "larvas de rana", jajaja. Y el personaje malvado también está muy bien desarrollado, es malo pero tiene una historia detrás. Me has dejado deseando leer más. Besoss.

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  6. Hola, Sai. Magnífico capítulo. La historia mejora por momentos, te mantiene en vilo y con ganas de más. Frank es realmente perturbador, Benny va a tener que ir con mucho cuidado.
    Muchas gracias por el capi.
    Besos

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  7. Ah, ahora veo que has puesto capítulo nuevo. Lo leo y luego vendré después a decirte mi opinión. Hasta luego. Gracias

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  8. Hola Saito, un capi fabuloso, pobre Richard ...espero que este sedado y no sienta si experimentan con él , y cuando abra lo ojos sea para reencontrarse con Benedict...pobre Pierre y Frank, bueno en el ser humano tarde o temprano muestra su esencia si es mala siempre lo sera y no puede culparse a lo que haya sufrido con su hija ...besosss espero másssss

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  9. Perdón por comentar tarde, pero aquí estoy. Me ha parecido muy emocionante y perturbador. Este Frank es una buena pieza. Me ha dado más horror que las larvas de ranas y ya es decir, porque las cosas viscosas me dan un repelús… Impresionante el capítulo de hoy, estoy impaciente porque encuentre a Richard antes de que lo torturen y antes de que este tal Frank, que parece un poco psicópata, le dé por vengarse.

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  10. Que bueno!!! acabo de ver la actualizaciòn recien hoy (es que tuve una semanita!!!). Esta noche la leo y te cuento. Beistos

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  11. Hola, Sai, perdón por comentar tan tarde, pero es que me ha sido imposible leerlo hasta hoy, sorry ;p
    Me ha gustado mucho el capítulo, la historia está cada vez más emocionante. Que pena que la distracción de esos bichejos no hubiera sido el propio Frank, menudo tipo... y como dice Benny, eso que Pierre estaba defendiendo un poco la locura de ese tipejo. Más le vale a Benny guardarse bien las espaldas porque ese tipo parece que le va a dar más de un quebradero de cabeza. Espero que no estén torturando, o al menos no demasiado a Richard y que lo rescaten pronto.
    A la espera del siguiente capítulo y espero ese si poder leerlo antes.
    Besosss

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