2º Capitulo
LA LLEGADA
Al principio la aceleración de los motores parecía
normal, pero en breve el ruido de los reactores se hacía extraño.
-Me parece que algo va... mal.- murmuró Chad, el
comandante.
-Por lo menos no estamos muertos!- el capitán le dirigió
una mirada y añadió: -Bastardos! Comandante, fríalos!
El rubio obedeció inmediatamente gritando las ordenes:
-Preparar artillería!
El oficial responsable miró rápidamente hacia el panel
esperando que la luz roja encendiese.
-Apuestos señor!
-Apuntar lasers...
-Capitán!- Le interrumpió uno de los oficiales que se
encontraba en el puente- Hay una interrupción en el circuito de los
reactores... La temperatura está por los 4000K y aumentando...
-¿Puede calcularme la dilatación linear del tungsténio
del reactor?- Preguntó el capitán.
-No señor... aumenta demasiado rápido...
-¡Interrúmpalos!
-¿Qué?- preguntó Chad al escuchar la conversación.
-¡No discuta!- ordenó el capitán.
-Jensen, nos vas a matar a todos! La nave
podrá aguantar mucho más temperatura que eso, pero si ese meteorito nos alcanza
en su campo gravitacional, estamos
jodidos!
- Le has oído, el tungsteno se está volviendo inestable,
pronto pasará a ebullición y si el reactor va por los aires igualmente te
joderás!- Le explicó cruzándose de brazos.
-¿Cuál es tu idea?- Jensen cerró los ojos tras un largo
suspiro y se pasó la mano por la barbilla. Casi no escuchaba lo que decían, su
cerebro trabajaba en el problema que tenía delante.
-Señor, el objetivo está iniciando una maniobra... rodea
el meteoro...- informó el soldado.
-¿Capitán?... Ackles!?- Chad estaba nervioso.
-Verás Chad... esos cerdos, saben lo que se hacen... Han
percibido nuestra situación actual y nos atraen hacia el meteoro. Con una nave
de 3000 metros por 500 tuvimos las estupenda suerte de que esos capullos nos
hayan dado justo en el reactor, y no lo puedo mandar reparar porque esos hijos
de puta siguen ahí fuera... Uf, acerquémonos a ver qué pasa.
-Creo que tu cerebro estaba conectado al reactor... estás
loco!
-Si, como una cabra... Cadete!
-¿Si señor?- Contestó uno de los alienígenas.
-Conecte el otro reactor a 5 % y active el escudo.-
Ordenó Jensen.
-A la orden.- se volvió a decir.
-Jensen, estos hombres confían en ti, en tus
decisiones...- dijo aun más nervioso el comandante.
-Lo sé. ¿No deberías hacer lo mismo?
-¿Señor? El campo gravitacional nos va atrapar...-
anunció el cadet.
-¿A qué distancia estamos de objetivo?- Jensen no estaba
seguro de que si su plan funcionaria, pero tenía que arriesgarse.
-A 7 Km. y acercándose.
-Dispare a mi orden! Si logramos disparar en el momento
adecuado, la fuerza de la explosión nos impulsionará y nos alejará del meteoro
sin conectar los reactores...
-O nos matará...- Añadió Chad.
-Bueno, en mi caso será mejor que morir de cáncer... Cadete
prepárese!
Chad se cogió de las dos barras de las escaleras
metálicas que conducían a una de las partes más elevadas del puente donde se
encontraba un holograma con el mapa del universo. Estaba seguro de que
preferiría no ver, pero no podía abandonar su puesto en el puente. El era un miembro
del S.P.A... Aunque nunca dejaría de preguntarse, ¿por qué demonios se había
metido en ello?
Todo pasó muy rápido, Jensen dio la orden y en menos de 5
segundos la nave empezó a retroceder.
-Cadete, pida remolque a la base más cercana.
-Si señor... la base más cercana es Babel 11.-Le comunicó
el alienígena.
- Jeffrey Dean Morgan...-
murmuró.
-¿Qué dices?- interrumpió Chad.
-Olvídalo, necesito comer...
Base espacial BABEL 11
-Chad.
-¿Si capitán?- contestó el comandante ya más recuperado
de todo lo sucedido.
-Quiero turnos de 4 horas, aunque estemos en una base
custodiada por militares no quiero que se descuide la seguridad. Los soldados
podrán salir y comprar lo que se les antoje. Recuérdeles que los soldados no
tienen derecho a traer invitados a la nave. ¿Está claro?
-Clarísimo, como siempre.- Asintió el comandante.
-Bueno, quédese al mando, tengo que resolver unos
asuntos... y de la orden de que empiecen las reparaciones del reactor cuanto antes, no quiero quedarme
mucho tiempo aquí.
Minutos más tarde Jensen entraba en el embarcadero de la
base.
"En embarcadero - Ultima nave - Muelle 1005 -
Ofideon" - Escucho decir por los altavoces.
-... mmm.. Me parece que el 1005 es mi nuevo número de la
suerte.- murmuró.
Caminó cruzándose con varios civiles y algunos soldados
que trabajaban cargando cajas. Puras rocas de músculo sudado corriendo de un
lado para otro obedeciendo las ordenes de un sargento que gritaba como un
poseído.
Frunció la nariz cuando pasó a uno de los anchos pasillos
de metal. Olía a humedad y a algo inflamable. Se encogió de hombros y continuó,
solo esperaba que la base no explotase con su nave atracada... eso
definitivamente culminaría su buena suerte.
Sus pensamientos se fijaron en otro punto, en el capitán
a cargo de aquella misma base, Jeffrey Morgan.
Confiaba en que no tendría que volver a verle, pero el
destino siempre decide jugar con la gente. El final de su amistad con Morgan no
había sido por un mal entendido, pero tampoco había sido por mutuo deseo que lo
dejasen. Había sido su elección y no estaba arrepentido de ello.
Morgan nunca podría ser la clase de hombre por la que
perdería su cabeza. Eran demasiado parecidos.
Sus pensamientos se vieron súbitamente interrumpidos
cuando algo le cayó encima. Fue fuertemente empujado hacia la pared metálica.
Se apartó un poco y su vista alcanzó a un chico humano
frotando su cabello rebelde.
-Uuu...- lo oyó gemir.
-Oye, ¿estás bien?- se apresuró a ayudarle a levantar.
-Deberías mirar por donde andas!- Le gritó el chico
volteándose.
-Hn... No fui yo quien se tiró de un conducto de aire
acondicionado, mocoso!- Jared entrecerró los ojos y adoptó una expresión de
rabia. El capitán se alejó mientras añadía:- Espero que no te quede dolor de
cabeza... jajaja
-Argh! Imbecil- gruñó recogiendo todo el material que se
había desplomado con su caída. - COJONES!
Jensen escuchó las palabrotas del muchacho y dedujo que
alguna de las piececillas se le había escapado por la rejilla y estarían
perdidas en el nivel inferior.
Como siempre pasaba cuando llegaba a una sala de mando
miliar se detuvo delante de la puerta cerrada y esperó el pedido de
identificación activando un botoncito verde al lado de una cámara diminuta.
-Iniciando identificación. Nombre:- Pidió la voz femenina
y computarizada.
-Jensen Ackles
-Rango y número:
-Capitán, numero 6310600102- contestó.
-Pedido de identificación óptica...- Él se acercó y se
colocó delante de la cámara que terminó rápidamente el proceso. Enseguida la
puerta de metal macizo se abrió automáticamente. Entró.
El puente en el que se encontraba no era tan distinto al
del Ofideon. Los oficiales se movían de un lado para otro sin apenas notar su
presencia. Detuvo a uno de ellos al que reconoció ser un Igerian.
-Soy el capitán Jensen Ackles, ¿dónde puedo encontrar al
capitán Morgan?
-Señor!- El alienígena le saludó respetuosamente.- Me
temo que el capitán se encuentre en su camarote. Puedo acompañarle hasta allí
si es su deseo...
-Gracias.
Mientras caminaba detrás del guía algunas dudas surgieron
en su cabeza. ¿Sabría Morgan que él estaba allí?
Esperaba que no estuviese tramando algo sino todos los
propósitos de comportarse cortésmente
desaparecerían con toda seguridad.
-Digame Lieutenant...- Decidió despejar algunas de sus
dudas.
-...Sweep.
-Lieutenant Sweep... ??Sabe si el
capitán Morgan está oficialmente con alguien?...
-¿Qué quiere decir?- Se detuvieron. El lagarto mirándole
con sus grandes ojos hipnóticos.- ¿Esa es una pregunta de carácter oficial o
personal?
-...personal, claro.- El alienígena meditó durante unos
instantes y después dijo:
-Tiene unas noches con unos y otras con otros... pero no
creo que sea nada fijo o serio...
-¿Con Humanos?- Curioseó Jensen.
-No recuerdo que sean Humanos.
-Gracias, y recuerde, no comente esta conversación con
nadie.
-Claro que no.- se volvió para seguir el camino.
-Es una orden Lieutenant!- Dijo sonriendo consigo mismo.
Minutos más tarde se encontraban delante de la puerta del
camarote de Jeffrey. El oficial lo volvió a saludar y se marchó.
Jensen recorrió con la mirada la puerta que se alzaba a
su frente y llamó.
-Pase.- escuchó decir desde adentro. La puerta se abrió
violentamente y él entró.- Me enteré de que el Ofideon necesitaba remolque...
Jensen siguió buscando de donde provenían las palabras, y
allí estaba Morgan sentado sobre la cama llena de cojines sobre la que tantas
veces habían tenido tórridos momentos de sexo. Asintió con expresión sombría.
-Nunca creí llegar a ver tu nave necesitando remolque...
-Para todo hay una primera vez.- dijo a modo de
respuesta.
-Bueno, sea como sea, me alegro de verte! Venga sírvete
algo, no te quedes ahí como una estatua! mmm... ¿Qué me trajiste de regalo?
-Nada.- Gruñó Jensen.
-¿Y por qué no?- Quiso saber el más viejo.
-No vengo de visita...
-Ya... eres un ingrato! – Por momentos le pareció que los
ojos de Jeffrey sulfuraban.
-Aguántate! No te debo nada!- contestó. Sintió una
creciente oleada de rabia, pero se obligó a contenderla. Respiró profundamente
y miró a su alrededor.
El camarote de Morgan era bastante grande y lujoso. Tenía
largas ventanas por donde se podía ver
el espacio y un poco del embarcadero con todas las naves allí
cintilando, confundiéndose con las luces de las estrellas y galaxias lejanas.
En centro había una mesita sobre la que Morgan tenía varios objetos personales
y algunas velas de canela. En la habitación podía identificar algunas cosas que
Jeffrey había rescatado de varios
contrabandistas que a menudo viajaban a lo que quedaba de la vieja Tierra.
Algunos de esos objetos valían fortunas y el muy seguramente las comprara por
dos o tres lotes de combustible. Le pareció que los libros eran el mayor tesoro
que su ex amante lograra reunir. Libros con más de 3000 años. Se fijó en
algunos títulos, "Como entender el Windows", "Romeo y
Julieta", "El cazador de sueños", entre otros. Ojala entendiese
perfectamente la lengua Humana, pero ese conocimiento se estaba perdiendo.
-En fin, creo que deberíamos hablar sobre algunas cosas
pendientes...- manifestó sinceramente Morgan.
-Soy todo oídos, pero ya me conoces, la paciencia se me
agota enseguida. Intenta ser lo más breve posible.- Contestó el capitán del
Ofideon.
Morgan se levantó y miró a Jensen y el hombre sintió una
punzada por demás sorprendente.
-De acuerdo..- Le tomó la mano a Jensen y se la besó.-
¿Me extrañaste?
-No.- Gruño arrancando de entre las suyas su mano.- Y por
lo que sé, tú Tampoco me extrañaste a mí...
-Sin duda no has perdido tiempo, admítelo me necesitas!
Sino no te habrías preocupado en saber de mí.
-En efecto, - admitió Jensen- he sabido de eso por
casualidad...
-No creo, el universo es demasiado grande para saber esa
clase de cosas por “casualidad”...
-Pero si, te necesito, pero no te amo.
-Tampoco esperaba más... yo solo quiero acostarme contigo
Ackles... Te añoro.-Jeffrey no pudo reprimir el comentario que tenia en la
punta de la lengua.
-La sensación no es mutua.- Dijo tan tranquilo. Jeffrey se pasó la mano por la barba sin perder
detalle.- Solo pienso quedarme el tiempo suficiente como para reparar la
nave... Desean verme.
-¿El consejo?
-Sí.
-¿Y eso?
-Aún no lo sé, supongo que querrán darme informaciones
detalladas. La última batalla fue...
-Por favor Ackles. No hables de eso ahora, ¿quieres?
Intenta relajarte...
-Ajá, sé lo que pretendes Morgan. Olvídalo, cualquier
relación extra oficial que teníamos se ha acabado. Se acabó aquel día, cuando
me viste marchar de Soladak.
-Como quieras, entonces dime, ¿a qué has venido
exactamente a mi camarote?
Jensen se detuvo unos instantes y después dijo:
-Vine a comunicarte de que alguien de tu rango y tú misma
armada se encuentra en tus dominios.
-Eso podrías haberlo dejado claro en el puente...
-...si estuvieses en el puente.- le cortó.- Yo no soy un
mercader más en tu base, Morgan. Así que no me trates como tal.
-Vale.
-Que tenga un buen día Capitán.- se marchó sin más.
*
Qué hombre más desagradable, bueno en general todos los
militares lo eran, pensó Jared mientras intentaba atraer una puerca con un imán
al que le había atado un cordelito para pescarla desde el nivel superior. Era
demasiado vago para bajar a por ella.
Parecía que había logrado terminar un aire acondicionado
más. Ahora podría disfrutar de las prójimas horas sin que nadie le molestase.
Se tomaría una ducha y después se acostaría. No,
rectificó, se tomaría la ducha y se ligaría a alguien... solo después se
acostarían... sonrió, por fin la pequeña tuerca era suya!
Muy bueno el capítulo. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, muy entretenido y has introducido a un nuevo personaje muy interesante. Pero eso de coger a una puerca con un imán me parece un poco dificil, jajaja.
ResponderEliminarEn ese futuro tan lejano toodo es posible XD
EliminarAhhh, se me olvidaba, muuuuy sugerente la imagen, aunque el alien es bastante feo
ResponderEliminarjajaja muchas gracias! El alieno es perfecto! No seas asii!!
EliminarHola Saito! Muchas gracias por el capítulo, me ha gustado mucho. Y con respecto al alien de la imagen, la verdad es que es bien feote, pero tiene su punto ¿nooo? jajaja Gracias y miles de besoss
ResponderEliminarXD Hola!Muchas gracias Pilarin!!
Eliminarhola saito, soy nueva en tu blog, he leido las historias y me encantaron, esta, esta genial!!! apoyo a las chicas el marciano es bien feo, aunque bien dotado jajajja gracias por compartir tus historias y me estare pasando seguido por aqui felicitaciones por el blog!!!
ResponderEliminarjajajaj Holaaa, si, creo que lo mas importante es lo bien dotado que está. XD
EliminarEste comentário foi removido pelo autor.
ResponderEliminarsi? de verdad te ha gustado? Me alegra muchisimo!
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