CAPITULO Noveno
REGALO DE NAVIDAD
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sto no puede seguir…- le escuchó decir unas semanas antes.
-¿Qué exactamente?
-Tú, yo… esto!
-¿Por qué? Yo te amo!
“Puta insistencia…”
-Se acabó, Potter. Yo no tengo edad para romances de colegio! Tengo edad
para ser tu padre! Esto es inmoral e ilegal!
-Pero tú no eres mi padre… Y yo diría que cosas ilegales las haces a
menudo…- sonrió pícaro.
-POTTER!
-Me moriré sin ti… sin tus caricias, sin tus besos…
-Cuánto romanticismo absurdo en una persona a la que yo creía incapaz de
escribir su propio nombre!
-Si puedo escribir mi nombre… y puedo hacer muchas otras cosas!... Sev…
-No me llames así!
-¿Por qué no?- una mirada fría se clavó en su rostro.
-Porque no es mi nombre! Y ahora lárgate de mis aposentos!
-…Severus…
-Que te largues!
*
Llamó a la puerta y pasó al no escuchar un ruido. Harry había analizado
todas las posibilidades de tratar con Severus y aún no había llegado a ninguna
salida. ¿Qué hacer?
Seguiría gastando su tiempo intentando convertir en realidad lo que parecía
ficción científica, seguiría duchándose con agua fría para sacar la imagen de
sus maravillosas manos de su cabeza, no le importaba cuántas más noches no
pudiese dormir… pero no se rendiría hasta conseguir su amor.
Harry respiró profundamente sintiendo que la culpa empezaba a convertirse
en una fuerte compañera. Estaba una vez más invadiendo los aposentos de Snape.
-¿Qué haces aquí?- Saltó de susto. Al final no estaba solo.
-¿Me vas a echar de nuevo de tus aposentos?- Snape le miró de reojo. No había nada que pudiese hacer para impedir
la intrusa presencia, Harry era muy
obstinado.
-¿Qué quieres?
-Verte…- Una respuesta muy diplomática, pero aún así se sonrojó.
-Ya me has visto hoy en la comida.
-También quería darte esto…- indicó un paquete que sostenía en su mano
sacándolo debajo de la capa negra del uniforme.- Feliz Navidad, profesor…
-¿Qué es esto?
-Un regalo.- Sonrió aguantando la impaciencia de verle abrir el envoltorio.
Siguió al mayor hasta el sillón dónde no perdió detalle del movimiento delicado
de los dedos del mago. El envoltorio resbaló al suelo y Severus sostuvo en las
manos un grueso ejemplar de un libro escrito por un poeta mugle llamado
Shakespeare. – Me pareció que te gustaría…
El regalo se convirtió en una caricia para su alma enferma. Rozó suavemente
su mano en la de Harry. Era la única forma de agradecerle el detalle.
¿Cuánto tiempo había pasado desde que alguien le regaló algo? ¿Años? No era
el regalo en sí, sino el detalle, la expresión de expectativa en el rostro del
chico esperando que lo abriese, saber si le había gustado. Le encantó.
-Harry… Lo que yo tengo para ti es muy poco, comparado con esto…- se
levantó.
-¿Me has comprado algo?
-No exactamente, es algo que hice para ti hace tiempo…- abrió la estantería
y sacó un paquete con un enorme lazo rojo de satén y ponía en una tarjeta
escrito con letras pequeñas en dorado: Para Harry.
Harry tomó el pequeño paquete entre sus manos y lo abrió con ilusión. Se
sentía un niño abriendo su mejor y más esperado regalo. Era una caja, y dentro
tres velas.
-Oh…- desprendían un olor muy agradable.
-No son velas corrientes… les añadí una poción calmante que ayuda a
conciliar el sueño. -El chico levantó la mirada llena de lágrimas. Severus se alarmó – ¿No te gustan?
-Es el mejor regalo que tuve nunca…- apartó los mechones de pelo acarició
la piel suave de su rostro con la punta de los dedos.- Tú eres el mejor regalo
que tuve nunca… eres precioso.
“Oh, Merlín sea alabado, el chico es
completamente miope….!”
-Creo que puedo hacerme una idea de mi belleza.
-No me importa la idea que tú te hagas, me importa la idea que yo tengo!-
Se acercó más y le chupó el lóbulo de la oreja.- Nadie me excita tanto…. Quiero
hacer el amor contigo…
Su bajo vientre tembló de anticipación mandando al espacio cualquier
posibilidad de replicarle que todo entre ellos estaba acabado. El muchacho era odiosamente
persistente y muy tentador.
-Quiero volver a sentir tus manos…- le susurró al oído produciéndole un
suave cosquilleo por el hálito caliente. Lamió detrás de la oreja, allí donde
nacían unos pequeños cabellos negros. Inspiró el aroma a hierbas del cuello de
Severus antes de morderlo con suavidad.
Severus metió sus frías manos por debajo de la camisa del chico sintiendo
la piel de su abdomen, tanteando el relieve de cada uno de los músculos firmes.
Los dedos subieron más hasta hallar los pezones duros y erectos que apretó un
poco y friccionó para excitarle un poco más.
Harry dejó escapar un gemido junto a la oreja de Snape y proyectó el tórax
hacía delante queriendo aumentar el contacto.
Su cama…. estaba tan lejos…. Demasiado lejos. Quería tener a Harry allí
mismo sobre el sillón.
“Condéname Albus…”
Labios separados y húmedos buscaron los suyos. La pequeña boca se abría
para él pidiéndole ser explorada, invadida, tomada sin descanso por su lengua.
No tuvo tiempo de reflexionar, en un instante estaba hipnotizado por los
movimientos cadenciosos de Harry y chupaba toda la saliva que escurría de su
boca.
Harry se inclinó sobre Snape e impulsivamente empezó a frotar su cintura contra
la suya. Sus ojos se entornaron, medio cerrados, intentando ocultar la tención
reflejada en el sombrío verde.
-Fóllame.- dijo contra sus labios.
Severus intentó decir algo pero su capacidad de discurso se vio afectada
cuando el niño metió sus dedos dentro de sus pantalones negros y encontró su
longo y erecto miembro. Latió en su mano, las venas hinchadas llenas de la sangre
que hervía en su interior. Lo apretó y
lo acarició varias veces, deleitándose al sentir la carne entre sus dedos,
moviendo la piel del prepucio atrás y adelante…
Resbaló entre las piernas del mayor arrodillándose entre ellas. Abrió por fin el pantalón y bajo la mirada
atenta de Severus sacó el mástil afuera.
Tembló al sentir al chico entre sus piernas, tocando cada uno de sus muslos
por encima de la ropa, mirando cómo se lamía los labios exquisitos y los
acercaba.
“Oh, qué tortura…”
Mordió su propio labio y sintió su garganta convulsionarse cuando esa
pequeña boca se cerró sobre la cabeza. Su boca fue lenta al principio pero sin
darse cuenta la vio mamándole sin pudor. Gimió y murmuró con voz ronca:
-Mírame…- Fue maravillosa la visión del chico, bajando lentamente la boca
sobre la extensión de carne dura y con la mirada clavada en la suya. Su rostro rosado, sus labios rojos apretando
alrededor de su mástil, sus ojos verdes llenos de agua y de placer.
Los dedos del joven mago acariciaban sus testículos y la cálida lengua se
movía muy despacio sobre cada trozo de su piel.
-Para… Ven aquí…- Harry fue arrancado de su labor. Obviamente Snape estaba
ahorrando para lo que venía después. Gimió al separarse de esa inmensa polla.
Le gustaba el sabor, y quería más, quería sentir el sabor de la corrida de su
amante sobre su lengua. Pero sus planes cambiaron. Dos manos exigentes le
subían al regazo y buscaban librarle de la ropa al tiempo que volvía a besarle
con intensidad.
Mordió los labios salados por las gotas de jugo preórgasmico. Y eso fue
todo lo que hizo controlando las ganas de poseerlo de inmediato y con
brutalidad.
-Oh…- el chico se retorció ayudándole a sacar los pantalones y los zapatos
mientras los labios exigentes del mayor no soltaban los suyos más que para cortas inspiraciones-
Severus… ah… dame…- dijo con los labios entre abiertos , olvidándose de besar.
Su boca era muy sensual, seguramente Harry no tenía ni idea del poder que esos
labios rojos ejercían sobre Severus. Los lamió con descaro, consciente de las
manos del joven rozaban su espalda arañándolo por encima de la ropa.
“Merlín, debería usar menos ropa… no
puedo esperar tanto…” Con este
pensamiento ofreció dos de sus dedos al chico que se dispuso a chuparlos con
ávida gula simulando el mismo movimiento que había hecho en su parte más
íntima. Severus se obligó a retirarlos de la cálida cavidad para experimentar otra…
Oh, se abría para él. Era como una flor desabrochando entre gemidos y
jadeos.
Solo un poco más y guió su miembro a la arrugadita abertura de su alumno.
-Relájate…- murmuró mientras introducía su hinchado capullo entre el
músculo apretado. Harry rodeó el cuello de su profesor utilizándolo como punto
de apoyo, cuando se sintió agarrado por debajo de cada pierna por unos
posesivos brazos.
El enorme mástil entró por completo, la fuerza de la gravedad empujaba el
cuerpo de Harry y lo obligaba abrirse y aceptar la polla dura de su maestro.
Arqueó la espalda y gimió cuando su polla chocó contra el pecho de Severus.
Los movimientos comenzaron lentos, notando las contracciones de los
músculos del mayor cada vez que hacía fuerza para levantarle en el aire y
aliviaba la presión en su interior.
El sudor escurría en gordas gotas
por la frente de Snape. Sus ojos cerrados en plena concentración era la
verdadera expresión de total abandono de su autocontrol.
Harry no estaba seguro quién de los dos era el que gemía tan sonoramente
pero cuando los movimientos se intensificaron reconoció sus gritos de éxtasis.
El placer de Snape escurría en su interior, caliente resbalando para el
exterior como si dentro de su estrecho cuerpo no hubiese más espacio…
No aguantó más, la fricción de los botones del traje del mayor en su pene
se sumó al gozo de sentirle correrse y
el placer se hizo insoportable… se corrió manchándole la ropa.
Durante un momento ninguno de los dos habló, por miedo a romper la magia,
por cansancio, por querer alargar el momento.
Snape rompió el abrazo cuando sus corazones retomaron el ritmo normal.
-Perfecto….- murmuró limpiándose el sudor de la frente- … mira como está mi
ropa!
Harry le dirigió una amplia sonrisa y con las piernas trémulas se levantó
dándole la espalda y dijo mirándole sobre su hombro:
-Mira como está mi culo…- separó un poco las nalgas y Snape lo vio: rojo, abierto, escurriendo de
semen hasta el muslo moreno, firme y suave como terciopelo. Bajó la mirada, si siguiese
observándole tendría otra erección en segundos. Cómo era provocador…
La relación de estos dos es un tira y afloja! Me ha encantado este capitulo. Los dos tenian regalos para el otro, que romantico!!
ResponderEliminarPero sigo teniendo ganas de más.
Besos. Guada
si *-* espero que te siga gustando!
EliminarFina. GUAU Saito excelnte trabajo, me gusto el capitulo, la coqueteria de Harry, su insistencia, la debeliddad de Severos, muchas gracias por el capitulo, besos, chao
ResponderEliminarGracias Fina! Besos!
Eliminarsev esta cinico!!! me encanta ,sobretodo la parte donde le dice miope a harry jajajaja
ResponderEliminarXd si es muy miope, en las pelis se vio una vez que perdió las gafas jajaja, fue lo mejor XD
Eliminarvaya que si es un tira y afloja!!!
ResponderEliminargracias Saito :)
Besos Lu!
EliminarA ver cuanto le dura al pobre Harry la felicidad. Un capítulo estupendo y calentito como a mi me gustan.
ResponderEliminarGracias Saito por seguir alimentándonos la libido.
Besos
Gracias Maria!!
EliminarPervertido y dulce, así me gusta, sólo por eso no voy a sacar el látigo. Muy buen capítulo, muchas gracias.
ResponderEliminarajaja Muchas gracias Ilnag! Voy a tener que darme prisa con los relatos o me empezaras a pegar XD
EliminarMe ha encantado lo de los regalos, Snape incluso lo había envuelto con lazo y todo, jajaja. Y también me gusta lo mordaz que es Snape y Harry ni se inmuta, él sigue insistiendo hasta que consigue sus propósitos, jajaja. Besoss.
ResponderEliminarUf aun van a tener mucho por lo que pasar pobrines, espero que te guste minu!
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