Capitulo décimo quinto
Tan pronto como iniciaron la fuga, los They, vigorosos y dispuestos a
vengarse soltaron gruñidos de sus gargantas.
No eran altos pero eran corpulentos, sus pieles de aspecto mortecino
parecía gruesa y capaz de aguantar cualquier golpe.
Por el rabillo del ojo Jensen controlaba la distancia entre su grupo y
los guardias. Entonces hizo algo que nadie esperó, se detuvo y atacó
arremetiendo contra el primero de ellos. Lo acuchilló en el pecho con una
pequeña daga que había robado de la cintura del mercenario.
Los otros dos They sorprendidos retrocedieron pero Jensen cargó de
nuevo y volvió a repetir la maniobra y otro de ellos cayó de espaldas aullando.
Chad decidió que no se podía perder toda la emoción y robando una daga
laser que llevaba uno de los derrotados estocó con control el vientre del
tercero quien derramó al suelo todo su interior.
Ambos sudaban y respiraban entrecortadamente.
-Jejeje… ¿has visto eso?
-Vamos.- Jensen le golpeó en el pecho para despertar a Chad.
El muchacho había estado atónito ante el desarrollo de los
acontecimientos.
Fue empujado a toda prisa. Deberían ser rápidos a llegar al
embarcadero puesto que muy pronto alguien se daría cuenta de la masacre y
sonarían las alarmas.
No tardó mucho, acabaron de pisar el embarcadero y se tuvieron que
esconder detrás de unos cables y cortinas de humo verde y maloliente.
-¿No habíamos dejado a los mercenarios por aquí?- Preguntó Chad
mirando a su alrededor.
-No lo sé.- Jensen se concentraba en observar cómo se movilizaban las
tropas, la forma tan característica de formación, idéntica a la de la S.P.A.
-¿Qué mercenarios?
-Unos que matamos.- Dijo sin interés el capitán.- ¿Chad, ves como se
distribuyen? Estas son nuestras formaciones.
-¿Qué quieres decir?- El rubio le puso atención por primera vez al
espectáculo de tropas que se mobilizaban en el centro del embarcadero.
-Dos cosas, que el traidor les ha enseñado tácticas y que hay como
escapar. Conozco los puntos flacos.- Sonrió enseñando sus dientes blancos
perfectos.- Vamos, seguidme.
Se metieron por el flanco izquierdo siempre pegados unos a los otros,
escondiéndose cada vez que era necesario.
Los mercaderes habían sido alejados de sus expositores y por toda la
plataforma solo caminaban militares alienijenas.
Jensen les detuvo.
-¿Veis como se agrupan allí? Están demasiado confiados, creen que te
escapaste solo y no están valorizando la amenaza…- Por detrás de ellos seguían
saliendo oleadas de vapor verde.- Hay que cruzar hasta allí.- Señaló una de las
naves mercaderes más cercanas.- Podremos huir sin problemas. Pero hay que
permanecer juntos.
-Sí, me parece que es nuestra única oportunidad.- contestó Chad, y
después le guiñó un ojo a Jared- Intenta no morir…
-Uf, ya sé cómo va eso.
-Pégate a Jensen, es tu mejor oportunidad.- Le hizo saber mientras el
capitán les ignoraba y seguía observando.
-Veo muchísimas fallas en esta formación…
-No deberías estar buscando forma de largarse?- se impacientó por
primera vez el muchacho.
-¿Qué crees que hago?... Vale, solo hay una cosa que podamos hacer y
es muy sencilla, es correr. Cuando cuente tres corremos a la nave.
Jensen lo tenía muy bien calculado y al llegar a la de 3 salieron de
su escondite y se dirigieron a la nave. Ninguno de los tres contó con el pié de
Chad que se enganchó en el último momento en uno de los rollos de cables y se
cayó al suelo.
No hizo mucho ruido pero lo suficiente como para despertar la
curiosidad de los militares.
Jared detuvo al capitán tirando de su túnica, era su deber volver y
ayudar al compañero caído pero cuando ambos volvieron a mirarle lo único que
vieron fue a varios They apuñalando su cuerpo tendido en el suelo.
Jensen no dijo nada, no debería atraer más la atención sobre ellos,
porque inexplicablemente no se fijaron que los invasores eran más de uno.
Fue rápido, demasiado, empujó al joven con tanta fuerza a dentro de la
pequeñas nave que creyó que se le habría roto algo. Cerró la escotilla de un
puñetazo en el botón.
Los They levantaron cabeza de su premio y buscaron el ruido por todo
el embarcadero mientras Jared observaba su confusión.
Cuando la nave se puso en marcha, empezaron a volar los disparos. Se sujetó
con toda la fuerza que tenía pero su cuerpo fue balanceado contra el suelo de
la nave varias veces. No supo muy bien como salieron de allí, pero cuando la
nave pareció controlada de nuevo se levantó y asomó la cabeza por detrás del
asiento para ver que habían dejado la atmosfera de Khiv V.
El silencio se instaló durante muchos minutos, el latido de su corazón
era todo lo que podía escuchar en sus oídos, como una constante, Chad había
muerto.
La nave se alejaba más y más y Jensen se dio cuenta que el dolor de la
muerte de su amigo era mucho mayor por saber que no se llevarían el cuerpo de
Chad con ellos.
La humanidad había perdido mucho, muchas costumbres y había tenido que
adaptarse a nuevos entornos y nuevas rutinas, pero enterrar a sus muertos
seguía siendo una característica que les definía.
Jared no
supo que decir, tan solo abrazó a Jensen, apoyando su rostro en la espalda del
hombre sin nunca despegar su mirada de las estrellas.
Mientras en Khiv V
Morgan se acercó a la Reina, una hembra They demasiado atractiva a los
ojos humanos como para ser una alienijena. Su color de piel era blanco, sus
ojos grandes y tan azules como el agua. Su cabeza estaba adornada por largos
prolongamientos tubulares entrenzados. Llevaba vestido una túnica de color marino
y abrochaba sobre sus hombros con pequeñas cuentas de oro.
-¡Mi reina!- Hace una profunda reverencia- Los soldados han matado al
invasor.
-¿Y el prisionero?- Ella le miró desconfiada al observar como el
capitán dudaba en contestar, a veces Morgan tenía una cierta tendencia a
resultar irritante.-¿ Lo perdiste?
Su voz sonó casi condescendiente. Le rodeó con pasos firmes que resonaron
por la cámara y se colocó a su espalda, observándole.
-Mi reina… creo que Jensen…
-Mmm Morgan… Morgan… te dije que esa pasión tuya por ese humano solo
te llevaría a la perdición.
-No es cierto.- Jeffrey se levantó y la encaró.- Dijiste que podría
llevarnos a todos pero la verdad es que…
-¡Cierto!- Exclamó cortándole - !Habrá que remediarlo!- Uno de sus
tentáculos se desenredó veloz como un dardo y atravesó a Morgan sin piedad. Lo
alzó en el aire y después lo aventó como si se tratase de un muñeco con el que
no le apetecía jugar más.- Le murmuró a la oreja:- Te dije que sería tu
perdición…
Ofideon tres
días más tarde
El peso de la novedad derribó a
la tripulación. Pese a que todos sabían que Chad se había embarcado en esa
aventura de forma voluntaria Jensen sabía que muchos le condenarían.
No tuvo el valor de contarles como había ocurrido y tan solo se retiró
a su camarote dónde se encerró durante varios días.
Jared pasó y encontró a Jensen sentado en uno de los sillones de la
habitación con aire ausente, jugueteando con una chapa de metal.
-Jensen… lo siento.- Se arrodilló frente al hombre y sujetó sus manos
en una suave caricia- Lo siento mucho.
El capitán pareció salir de su trance y rozó la punta de sus pelos por
el rostro de su amante.
-No es culpa tuya.
-Lo es, no debí insistir en ir…
-No.- Soltó un largo suspiro, propio de un hombre muy cansado.- No sé
si debería llorar o reírme. Chad siempre dijo que deseaba morir en una aventura,
divertirse hasta el final. Lo hizo… pero le echo muchísimo de menos.
-Lo siento…- El muchacho se levantó y se sentó sobre sus rodillas. Le
abrazó con fuerza. Quería que supiese que estaba allí, con él, apoyándolo.
Siempre estaría allí, a su lado.
Entonces el hombre retribuyó el abrazo y lloró. Lo hizo en silencio
una vez más desde aquél día. Por fin todo lo que era Jensen se desmoronaba como
un castillo de arena al que le derriba una ola.
Después de acariciar su cabello durante mucho tiempo, Jared besó esos
ojos hinchados. Primero uno, después el otro y por fin se detuvo en los labios
rojos.
-Te necesito.- murmuró Jensen apoyando su frente a la de Jared.- Te
necesito tanto…
-Lo sé… aquí estoy…- Sus labios fueron fieros esta vez, buscando
sentir y saborear el otro hombre.
Acarició la piel febril debajo de la camiseta de manga corta doblada
en los hombros. Eran duros, fuertes y
bien esculpidos pensó Jared acercándose un poco más para corresponder a los
besos del hombre.
-Te amo…- sus palabras surgieron como un suspiro contra sus labios y
Jared se bebió las palabras cerrando los ojos.
Jensen lo había dicho. Ya había esperado tanto tiempo por escucharlo,
por sentir lo que realmente era amor. Esto era amor, los dedos de Jensen
acariciando su rosto con infinita pasión, sus dulces besos que arañaban sus
labios, los suspiros que soltaba cuando estaban así…
-Repite eso, dímelo muchas veces…- pidió sin tapujos, necesitaba saber
que no estaba soñando.
Jensen supo que no valía la pena esconder sus sentimientos por más
tiempo, él también amaba a Jared, ese chico que llegó a su vida para destruirla
y a quien no tuvo más remedio que aceptar. Pero la aceptación dio paso a la
pasión y al amor.
Ahora existía la seguridad de que no podría vivir sin saber que él le
pertenecía, para siempre.
-Te amo… te amo…- Depositó un suave beso sobre los labios del castaño
con cada palabra.
Jared suspiró y se levantó. Se detuvo mirándole durante unos largos
minutos, sus pupilas estaban dilatadas y su sonrisa era tierna.
-Entonces hazme el amor.- Le tendió la mano.- Nada de sexo… a eso ya
estoy muy acostumbrado.
El mayor sonrió también y aceptó la mano. Sería algo nuevo para ambos.
Desde su romance con Morgan que nunca más se había entregado a nadie
de cuerpo y alma. Ahora todo parecía querer volver a su cauce.
La habitación estaba muy mal iluminada, así que toda la luz provenía
de las estrellas.
Juntos cayeron sobre la cama, desnudos y entrelazados. Los besos de
Jensen era suaves, tranquilos, podría decir con certeza que casi cuidadosos. Sus
manos tantearon el pecho de músculos duros y arañaron con suavidad la piel.
Pudo sentir como el joven temblaba bajo sus dóciles caricias.
-Siempre te he querido…- murmuró el chico entre sus brazos.
-¿Incluso cuando te traté mal?- Preguntó cogiendo entre sus dientes el
lóbulo de la oreja.
-Entonces te quería mucho más…Creo que tengo un lado
masoquista.-sonrió- Pero supe que me querías la primera vez que me salvaste.
-¿Cómo podrías saber algo así?- Su lengua se atrevió por detrás de la
oreja.
-Cuando te vi matar a ese Duarg quise que me follases allí mismo. Me
escita como se mueve tu cuerpo... – Jensen sonrió e empujó sus caderas rozando
su polla en la de Jared.- así es como me gusta que se mueva tu cuerpo…
-Jajaja- Jensen le provocó un poco más arrastrando sus dientes sobre
la carne de su cuello.- ¿Qué deseas?
-Todo.- El hombre asintió mientras arrimaba sus cinturas un poco más
para unir con mayor facilidad sus penes para bombearlos durante un rato.- Deseo
ser tuyo…
Jared cerró los ojos y dejó que su amante condujese su placer. Se dejó
abandonado sobre la cama con el pelo revuelto y los labios respirando el aire a
bocanadas.
-Eres mío…- Susurró con voz ronca.
Los besos y las caricias de Jensen quemaban sobre su piel, sabía que
si hacían eso durante mucho tiempo todo terminaría y él no estaba dispuesto a
prescindir del placer de tener al capitán dentro de su cuerpo.
Le empujó y rodó sobre él para poder bajar por el cuerpo bien
esculpido y alcanzar el mástil que se erguía sin pudores. Cada vez que le veía
desnudo tenía que contener las ganas de estar de rodillas delante de ese
hombre.
Jensen sintió su cuerpo convulsionarse ante la suavidad de la boca que
le envolvía, se apoyó sobre sus codos para observarlo. Los hinchados labios de
Jared apretaban con maestría, lo follaba sin dejar de producir suaves gimoteos
que se intensificaban cuando lo engullía por completo.
Se relamió mirando directamente a esos ojos que lo acechaban mientras
lo devoraba.
Lo soltó con un “plop” y Jared volvió a subir por su cuerpo para
montarse en su cintura a horcajadas. No dijo nada, guió el pene hasta su
entrada y forzó su cuerpo hacía bajo con un profundo gemido.
El mástil lo abrió sin mucha dificultad pero fue lo suficiente para
hacerlos perder el aliento.
-Podría terminar solo de esto…- Jared jadeó tratando de controlar su
cuerpo por el placer de la primera embestida. Entonces cuando un poco de
claridad volvió a su cerebro empezó a moverse con lentitud, moviendo su cintura
en un ritmo cadencioso, ondulante casi enloquecedor.
Buscó las manos de Jensen y las besó antes de entrelazar sus dedos.
Tras unos momentos Jensen hizo girar sus cuerpos para poder volver a
estar arriba, el cuerpo del chico se quedó debajo de su peso con las piernas
entrelazadas a su cintura.
-Te lo daré todo…- su ritmo se volvió más acelerado obligando a Jared
a sollozar alto.
El sudor escurría por sus cuerpos mojando las sabanas azules a medida
que las embestidas aumentaban más y más. El placer crecía en su interior de
formas gradual cada vez que el grueso pene le tocaba fondo.
Estaba seguro de que imploraba de forma descontrolada pero ya había
ultrapasado todas las barreras de la coherencia. Su interior estaba cada vez
más caliente, la fricción le producía ardor pero eso era justo lo que le daba
placer.
-Jensen…
Sacó la lengua y enseguida esta fue chupada por su amante que la
saboreó como si fuese el más poderoso afrodisiaco salado y en ese momento el
placer corrió por sus venas como si hubiese también él probado un fuerte
elixir.
Jensen no pudo esperar más, toda la tensión se derramó en el interior
de su amante al observar como su blanquecino semen escurría por su vientre y
salpicaba su pecho.
Presionó suavemente con sus labios de nuevo antes de retirarse y
acostarse en su lado de la cama atrayendo a Jared sobre su pecho. Besó su
frente.
-¿Qué va a pasar ahora?- Preguntó el joven aspirando el aroma de la
piel del cuello de Jensen, quien acarició su espalda desnuda con la yema de los
dedos.
-Reportaré la traición de Morgan, le expulsaran por lo que hizo… o
quizás le ejecuten. – Murmuró. La muerte era muy poco para alguien como
Jeffrey, que por sus traiciones muchas naves fueron destruidas y muchas vidas
perdidas, incluida la de Chad. Nunca le perdonaría por ello, y muy pronto
cuando le volviese a encontrar le mataría sin dudas ni arrepentimientos.
-No hablo de eso, hablo de ti y de mí.
-La cagaste Jared, no hay nada que pueda hacer.- suspiró.- Debo
llevarte a Kryo.
El chico colocó sus manos sobre el rostro del capitán.
-¿Y cuando nos volveremos a ver?
-No lo sé, pero no creo que sea pronto.
El silencio ocupó toda la habitación, afuera las estrellas brillaban
con igual intensidad, el tiempo seguía su curso mientras el Ofideon se movía
lentamente en la inmensidad del universo en dirección a Kryo.
Epilogo
Planeta Khiv V
Los aposentos en los
que se retiraba la reina, eran cavernas escavadas en la roca, en lo más
profundo del planeta.
En aquel instante, se encontraba sentada en una silla con pequeños
adornos, pensativa Aún conservaba la sabiduría de ese capitán y sus tropas
empezaban a ser cada vez más fuertes.
Entonces, escuchó un ruido débil que la hizo despertar de sus
pensamientos. La pantalla de su intercomunicador pulsaba indicándole la existencia
de un mensaje.
Pulsó el botón y una forma humanoide por la que aparentemente fluya energía
de color azul apareció en la pantalla.
-Espero que todo vaya según lo acordado…
-Tranquilo, muy pronto la Galaxia será nuestra.- Una risita escapó de
su garganta ante la visión de su futura victoria.
¡¡Ay, pobre Chad!! Pero qué pena que se haya muerto con lo bien que me caía. Pero la escena de Jared consolando a Jensen me ha gustado mucho, ha sido muuy tierna. Uff, espero que empieces pronto la segunda parte o me moriré de angustiaaaaa. Besosss.
ResponderEliminarLo sientoo V.V
EliminarPero me alegra que te guste la ternura XD
Besos!!
Fina. Hola Saito, que lastima que mataran a Chad, me alegra que la reina matara a Morgan. Es que no van a premiar a Jared(que no tenga que enrolarse), para asi quedarse con Jensen; por cierto muy buena la escena en donde jared consuela a Jensen. Mil gracias por el capitulo, besos, chao
ResponderEliminarQue todos pasen un feliz fin de semana, besos, chao
Uf eso de premiar a Jared no se, quizas mas adelante si reciba un premio, pero en otras circunstancias jijijij
EliminarBesos!
Muy bueno Saito. Morgan se llevó lo que merecía, pero mira el daño que hizo; el pobre Chad en cambio merecía algo mejor, después de ayudar tanto a Jensen. Espero que pronto comiences la segunda parte, me eencanta esta historia. Muchas gracias.
ResponderEliminarBueno, Chad era el mejor amigo de Jensen v.v
EliminarMuy pronto todos los malos tendran su merecido!
Besos
Hola, me gusto mucho el capi, es una pena la muerte de Chad.
ResponderEliminarYa tengo ganas de ver a Jared y a Jensen, como pareja.
Besos y gracias por compartir.
Muchas gracias Maria!
EliminarBesos
Este comentário foi removido pelo autor.
ResponderEliminarHola Billy, es un honor tenerte por aquí!
EliminarSiento decirte que este fic, pronto se convertirá en un relato original puesto que voy a cambiar un poco los personajes... aun asi espero que lo disfrutes mucho.
Tengo otros fics de SPN. *-*
Este comentário foi removido pelo autor.
EliminarSi, muy pronto cuando arregle muchas cosas que me parecen que estan menos bien, lo subiré en PDF.
Eliminar*-* Me alegra muchisimo que lo vayas a leer, espero que mi escrita en español no te sea decepcionante. Muchas gracias a ti por apoyarme *-*
Este comentário foi removido pelo autor.
EliminarHola, Saito. Qué penita que muriera Chad, era un magnífico personaje.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el capi, Jensen diciendo con todas las letras te amo, ha sido un momento insuperable, jeje
Espero que inicies pronto la segunda parte, estoy enganchada a estos chicos >_<
Besos
Este comentário foi removido pelo autor.
ResponderEliminarhay saito
ResponderEliminarotro final abierto
no se porque pero me da la impresión que Chad no es lo que parece
¿tiene continuación?
un abrazo
lia