6ºCapitulo
El agua estaba
helada. No valía la pena llamar cada mañana a recepción protestando que no le
llegaba el agua caliente, problema con las cañerías, decían.
Cerró el grifo
terminando su baño lo más rápido que pudo, los labios se le ponían azules y
solo dejaba de temblar cuando por fin se cubría con una toalla caliente. Su
habitación era ostentosa, la cama era grande, fría y vacía. No era fría en el
sentido literal de la palabra sino que no tenía nada importante que marcase
aquel lugar. Solo era una habitación de hotel él pretendía convertir en su
casa.
Había nevado más
durante la noche, en los cristales se acumulaba la suave nieve blanca. Navidad…
Se sentó desnudo
sobre la cama sin molestar en limpiar el agua que escurría de todo su cuerpo.
Suspiró.
House era una
enfermedad. Dolor en el pecho, insomnio, rubor… era una especie de masoquismo…
Sus manos de
pianista, expertas descubridoras de su cuerpo. Manos que le habían dado todo,
manos que se lo estaban quitando todo… la cordura, la paz.
No podía olvidar
sus besos que habían impregnado su piel con su sabor, con todo lo que era suyo.
Absorbido su esencia que ahora circulaba en sus venas envenenando cada una de
sus células. No había cura para eso…
Abrazó su propio
cuerpo desnudo. Una vez más había caído en una falsa esperanza de amor eterno.
Era patético. ¿Dónde quedaría ahora la amistad?
***
House abrió los
ojos. La luz de su despacho incidía directamente en sus ojos azules celestes.
-¿Por qué está todo
a oscuras?
-¿Por qué tienes
que ser tan molesta? – Cameron suspiró.
-Tengo la
radiografía, tenías razón… - la colocó en la pantalla de luz y House se acercó de
inmediato.- Es una pericarditis.
-Han llegado
también las pruebas: Coombs positivo, ANA positivo y VDRL positivo.- Foreman y
Chase entraban al despacho.
-Felicidades, no es
Lupus.- declaró House arrancándoles los papeles de las manos.
-¿Qué? ¡Las pruebas
no mienten!- protestó Foreman señalando la radiografía.
-Claro que si, todo
el mundo miente… y esa amiga tuya miente hasta en las pruebas…- Le miró de
soslayo a Cameron. –El VDRL no es 100% fiable y las pruebas no encajan. – Se
sujetó a la mesa para poder volver a la silla.
-¿Estas drogado?
Todo encaja…- Foreman se cruzó de brazos.
-¿Está mejorando
algo con los inmunosupresores?
-No.
-No es lupus.
Fijaos en el Hígado.
-¿Qué le pasa?
-¿Cómo vais a saber
que le pasa si me miráis a mi? ¡Mirad la puta radiografía!- Los tres jóvenes se
acercaron a la pantalla bajo la mirada burlona de su jefe.
-Esta aumentado.-
Declaró Chase.
-Oh, como eres
rubio solo te daré la estrella de oro si me señalas dónde esta el hígado… -
Chase frunció el ceño y no hizo nada.- Vale, no hay estrella de oro… pero si,
el rubito amoroso tiene razón. En el lupus se observan alteraciones de nivel
sistémico pero en el hígado es poco frecuente.
-¿Quieres decir que
hay un fallo hepático y no nos habíamos dado cuenta?
-No hay ningún
fallo hepático, por ahora, hay un aumento. Podemos hacer dos cosas, esperar a
que falle o hacerle una prueba de tóxicos.- Se rascó la barbilla.
-¿Crees que toma
drogas?- preguntó cameron con sus ojitos de cordero degollado.
-No, en realidad
creo que es otra cosa: Lupus inducido por fármacos.
-No puede ser.-
Protestó Foreman.- la tenemos vigilada, no está tomando nada que no sea lo que
le metemos. Además los valores de la prueba de ANA corroboran que es Lupus.
-¡Dame eso
capullo!- Foreman le tiró los papeles casi a la cara.- ¿No ves los resultados?
Son ambiguos, ¡fíjate en los porcentajes! ¡En algunos casos raros los efectos
de los fármacos no desaparecen cuando este se suspende, creía que habías
estudiado medicina! Ah no... Lo tuyo eran los coches… ¡Hala a currar!
-¿House deberíamos
biopsiarle el hígado?- preguntó Chase
-No corazón, Cuddy
no quiere que hagamos muchas pruebas caras a los pacientes…- Se levantó de
sopetón y salió del despacho.
-¿A dónde coño vas?
-A no ser que
quieras sujetármela mientras meo, quédate ahí… pregúntale si ha tomado algo
últimamente.
-Está sedada…-
gritó foreman mientras House seguía por el pasillo.
Abrió la puerta del
baño de un empujón y al fondo estaba la persona que andaba buscando. Wilson, de
espaldas para él, obviamente haciendo lo suyo.
-Ya puedes dejar de
este juego…- dijo el medico cerrando la puerta y cojeando hasta su amigo.
-¿Qué juego?
-El que estas
haciendo… esto de no hablarme, no alcanzarme el Vicodin la otra noche.- Wilson no se dio la vuelta solo se mordió
el labio al sentir el cuerpo de House pegado al suyo.
-Aléjate de mí.
Estas acostumbrado a que puedas decir todo lo que quieras y a hacer todo lo que
quieras y que yo simplemente pueda perdonártelo todo.- cerró la bragueta y le
encaró.- Ya no es así, no va a seguir siendo así. Esta vez, te has pasado.
House negó con la
cabeza.
-Si te miento te
sientes usado y manipulado, si te digo la verdad soy un cabrón… me pregunto ¿de
qué parte de mi te has enamorado?
La mirada negra de
Wilson parpadeó con la sorpresa de la pregunta. Sus labios se cerraron en una
fina línea. Se sintió ridículo, sin saber que reacción tener o que posición
tomar.
El bastón de House
fue más rápido que él y se clavó en su pecho empujándole, obligándole a
retroceder en sus pasos y meterse en uno de los cubículos.
-¿Qué haces?-
protestó cuando House rodó el cartel que decía: Ocupado.
-Sexo…
-¿Qué?
-Quiero follar
contigo…
-¿Aquí?
-Tsss…- giró los
ojos.- bueno, pensé que la habitación del tío en coma te daría mucho mas morbo
pero últimamente nos buscan mucho allí.- colgó su bastón en la puerta y acercó
el cuerpo de Wilson al suyo sujetándole por el nudo de la corbata.
-Dios… te echo de
menos…
-Que me llames Greg
es suficiente…- Wilson soltó una risita y se dejó besar. Buscó con sus manos
los pequeños botones de la camisa azul de House e intentó desabrocharlos. Lo
admitía, estaba flaqueando delante de él… ¿cuando no flaqueaba? House era
intenso.
El hombre le besó
como en la primera vez, saboreando cada centímetro de su boca, chupando sus
labios con una única devoción, mezclando sus salivas.
Sus cuerpos se
frotaban al ritmo de los deliciosos ruiditos de succión de sus labios. La ropa
sobraba pero el sitio era demasiado apretado para desnudarse por completo.
-Greg…- Gimió
Wilson casi desfalleciendo al sentir como el hombre jugaba con sus pezones y le
follaba la boca con la lengua. Sus manos recorrían todo su torso por debajo de
la camisa tanteando sus costillas, su estomago, sintiendo cada músculo de su vientre
contraerse con el deseo.- Oh… más… ¡House!
-¿House?- La puerta
de afuera se abrió y la voz de Foreman se hizo escuchar en el vacío baño.-
¿Qué…?
-¡Lárgate Foreman!
-La tía esta
sedada…
-¡Pues allana su
casa!- El negro murmuró una obscenidad y cerró la puerta.
-Para… ¡joder era
Foreman!- Wilson le sujetó las manos. Su rostro estaba ruborizado,
evidentemente se sentía bastante avergonzado por la situación.
-Por mi, como que
es el papa…- siguió buscando su boca con sus labios y mordiéndole el mentón.
-¿Qué van a pensar
de mi? ¿Follando contigo en el baño del hospital?
-Pensarían lo mismo
si te pillan follando con Cuddy…
-No quería que… oh…
-¿No querías que lo
supiesen? – Murmuró entre besos - ¿qué quieres hacer ahora? Ya lo saben…
¡aprovechémoslo!
-Eres un pervertido…-
dijo cuando sintió como los dedos de House le desabrochaban el cinturón y
abrían su bragueta metiendo la mano dentro de sus bóxeres.
-Wow… Jimmy… te has
depilado casi todo el vello…
-¡Cállate!- Murmuró
más sonrojado aún.- Bésame más…
House sonrió, una
sonrisa libre de cualquier doble sentido y le besó. Sí, él imaginaba esos
labios cada vez que cerraba los ojos. Los imaginaba gimiendo su nombre, los
imaginaba rojos por sus besos, hinchados…
Metió una de sus
manos entre los suaves cabellos castaños de su amante y los acarició, tiró de
ellos mientras seguía besándolo. Explorando su cuello y la línea de su maxilar.
Wilson olía muy
bien, podría ser cualquier uno de sus mil doscientos perfumes de Armani. Pero
debajo del perfume estaba el olor a Wilson, un olor masculino y que actuaba
como una poderosa feromona que le dejaba sencillamente desesperado y loco por
tenerlo.
-Tengo… una, una
reunión con la comisión de transplantes en unos minutos… oh…- cerró los dientes
intentando ahogar audible gemido que amenazaba con avergonzarle aun más si
alguien entrase.
-No tardaré…-
Desabrochó su propia bragueta y expuso su pene. Entre sus brazos Wilson se
estremeció, la visión de House así era lo mas bonito que había visto nunca.
Los temblores que
recorrían su cuerpo se intensificaron cuando el Hombre unió sus penes y los
masturbó a la vez, restregándolos el uno en el otro.
La respiración
pesada de House le producía un dulce cosquilleo en la oreja, y su lengua
caliente metiéndose en ella hacía con que se derritiese y se abriese por
completo a los deseos de ese hombre.
Wilson estaba
aprisionado entre Greg y la pared, y gracias a eso su cuerpo no resbalaba hasta
el suelo con la intensidad del momento.
-Qué sexy eres
cuando estás así Jimmy… - Quizás realmente él hubiese sido su primer hombre, o
eso o era que James era el pasivo perfecto. Se dejaba llevar, usar, follar
mientras se sonrojaba y pedía más.
House se sorprendió
al sentir los dedos de Wilson sobre sus penes, incitando la masturbación, estimulando
sus glandes con movimientos circulares.
Uno de sus dedos
acarició el pequeño orificio de la glande de House recogiendo algunas gotas de
su jugo pre orgásmico, después, inició un beso lento y metió el dedo entre sus
bocas. House gimió al disgustar su propio sabor mezclado con la boca de su
amante y aumentó las caricias.
-Hmmm…- murmuró
Greg que no pudo evitar un espasmo por el placer que le recorrió el cuerpo y le
tensó todos los músculos. Continuó las caricias y dobló los gemidos ahogados
corriéndose en la mano, lubricando a Wilson con su semen.
-Housee…- era
caliente sobre su piel, era delicioso. Wilson separó sus penes y sujetó el de
House en su mano acariciándolo mientras este empezaba a ponerse flácido. House
no descuidó su labor y le impuso un ritmo rudo hasta que el oncólogo proyectó
las caderas y se corrió también.
Wilson se
desfallecía y se abrazó a House, sintiendo sus corazones palpitar el uno contra
el otro. House le besó el rostro y le acarició la espalda.
-Creo que tienes
semen en la corbata…- le murmuró al oído.
-Oh NO!- Wilson se
separó de el y arrancó un trozo de papel higiénico para limpiarse.- House… dime
¿por qué?
-No lo se, siempre
me he preguntado por qué sale con tanta presión…
-¡No hablo de eso!-
giró los ojos.- ¿por qué me buscas si no me quieres? ¿Qué quieres de mí?
¿Hacerme miserable?
-Que no te quiera
no significa que no me guste follar contigo, y además tú besas y no me llevas
un pastón por una mamada…
-Ya lo veo. Pues no
voy a ser tu puta. Se acabó.- Cerró los pantalones y abrió la puerta del
cubículo.
-Oh ¿ahora vas a
ponerte en plan tía frustrada y traicionada por el héroe de tus fantasías
húmedas?
-Sí. Tengo mi
dignidad.- Se acercó al lavabo y abrió el grifo. House se abrochaba los
pantalones y recogía su bastón.- Voy a olvidar que todo esto ha pasado.
-Me huele a
hipocresía, pero si es lo que quieres… sigamos como estábamos antes,
olvidaremos que hemos follado y que ha sido bueno como la ostia. Veremos una
peli en mi casa este fin de semana y
pondremos a Carmen Electra corriendo una y otra vez en el TiVo para ver
como le saltan las gemelas.
-No soy hipócrita,
no tengo tiempo para esto…
-Claro que lo eres
Jimmy, ¡vas arruinar sesiones de sexo perfecto por un detalle! ¡Quieres olvidar
que esto no ha pasado para no volver a sentirte una mierda porque no estoy
dispuesto a comer algodón de azúcar y a decirte cada noche que te quiero un
mogollón! Yo en tu lugar me dejaría de gilipolleses y aprovecharía lo bien que
lo pasamos en la cama.
-Tu puedes vivir de
Vicodin y alcohol y yo no puedo vivir
sin algodón de azúcar y que me digan lo mogollón que me quieren….
Wilson no dijo nada
más, miró el reloj y salió del baño.
House suspiró y
golpeó el suelo con él bastón antes de acercarse a lavar las manos. No iban a
ser novios, solo iban a follar de vez en cuando. Wilson quería un
relacionamiento y eso House no podía darle. Necesitaba su libertad, no estaba
listo para correr otro riesgo como lo de Stacy… necesitaba su Vicodin.
Hola, Saito. Uff!! La escena del baño es de lo más hot y morbosa, pero te deja un regusto amargo por lo mal que lo pasa Wilson después de cada encuentro.
ResponderEliminarGracias por el capi.
¡Feliz finde!
Besos
Hola Ana! Si con house las cosas no pueden ser solo dulces, siempre hay un poco de amargo en todo lo que hace porque él es asi, un amargado.
EliminarMuchas gracias por leerlo!! Feliz fin de semana!
Este comentário foi removido pelo autor.
ResponderEliminarHola Billy!
EliminarAjajajaj si, a House siempre le gusta hacer cosas raras cuando trabaja, aunque si estuviese enfermo no me importaria ser su paciente, al final me ayudaria aunque tuviese malos modos XD
Besitos!!!
Como ha dicho Ana, el capítulo ha sido caliente, caliente. Pero como siempre, House lo termina jodi... todo. Pobrecito mi Wilson! Lo que tiene que aguantar
ResponderEliminarUff, pero qué mamón es House. Desde luego, Wilson tiene que ser masoquista para aguantarle tanto, jajaja. Pero el capítulo ha estado genial, como todo lo que escribes. Besoss.
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