Sucio
La cama estaba vacía. Sabía que estaría así toda la
noche. Estaban peleados desde hacían semanas, House no le hablaba y el único
recuerdo de él era el enorme osito de peluche que le había regalado en una
feria.
Aun se acordaba de cómo lo habían conseguido jugando con
unas bolas con las que había que tirar unas botellas. House era estupendo con
toda la clase de malabarismos y puntería… el oso era tan solo enorme.
Solía acostarse y abrazarse a él, oler su pelito color de
miel, restregar su rostro en el y dormirse placidamente.
Esa era una noche clara, la luz de la luna llena
atravesaba los cristales de la ventana abierta de su habitación de hotel y le
iluminaban como una lampada. Quizás fuese solo un mito o una leyenda
relacionada con la luna llena, los hombres lobo y los vampiros, pero lo cierto
es que su sangre empezaba a correr mas y mas rápido por sus venas…
Cerró los ojos, la piel se le erizó en contacto con la
suavidad del osito, lo abrazó con fuerza. Ojala fuese House…
-Oh…- Por primera vez se sintió excitado tocándolo, era
un pervertido, pensó.
No le importó, con las mejillas sonrojadas se bajó los calzoncillos
hasta las rodillas. Jadeó con intensidad, le gustó especialmente el roce del
suave pelo sobre su tórax y sus pezones. Los pellizcó con los dedos y usó una
pata del oso para acariciarlos, despacio con suavidad…
Arqueó las caderas. La irritante pero deliciosa caricia
continuada que se infligía era una tortura para su pene que estaba ahora duro
contra su vientre.
Su pene erecto resbaló entre las patas del oso no pudo
contener un gemido de sorpresa. Fue una sensación nueva y única, la suavidad,
la obscenidad…
El osito le acariciaba por entero, cada una de las fibras
de su pelo tocaban y estimulaban su cuerpo sin pudor.
Se acarició, su pene rodeado de vello negro, babeante de
jugo pre-orgasmico y húmedo de deseo.
Movió las caderas un poco contra el vientre del peluche…
volvió a probar mas lentamente… después su pene duro, ladeado de venas gordas,
hinchadas, se metió entre las patas del oso.
Las apretó una contra la otra con sus propias piernas
creando un hueco al que follar…
-House…- Olía como él.
Se posicionó sin pensarlo dos veces y lo penetró con
fuerza… abriéndolo con rudeza y ganas.
Empezó a moverse contra el osito que miraba el techo en
silencio, aumentando la fricción y con ella su placer.
La temperatura contra el oso, en el oso… aumentaba y
James no podía detenerse… no tan cerca…
Sus manos apretaron con fuerza el oso entre los dedos
resbaladizos del sudor imponiendo un ritmo fuerte, tan fuerte que nunca lo
había echo con nadie, sintió que rozaba la bestialidad, pero era tan
condenadamente bueno…
Su cama de hotel rechinaba y casi imbatía en la pared de
la habitación.
Que poca moralidad…
Sintió culpable cuando el semen mojó el dulce y tierno
osito entre sus brazos. Estaba agotado respirando con dificultad contra el
cuello del muñeco disfrutando de los temblores placenteros que aun recorrían su
pene preguntándose como es que un hombre que cuida tanto de niños se masturba
con un oso de peluche?...
No se molestó en subir los bóxeres, ni tampoco cambió de
postura, adormeció pensando que era un obsceno y que aquello no tenia disculpa
ni perdón.
Que pervertido!! no me esperaba esto de Wilson. Ha sido alucinante! Me quedo sin palabras...
ResponderEliminarMuchas gracias Saito, ha sido hiper-mega caliente.
Besos
Holaaa Maria! Gracias, si que es un poco alucinante XD
EliminarBesos
Ohhhhh me habías dejado intrigada Saito jajajajaj es "sucio", pero no deja de tener su lado dulce ;)
ResponderEliminarme gustó. Un besazo ;)
Hola Pato!!
EliminarJajajaja muchas gracias XD Me alegra que al final te gustase!
Besos
Este comentário foi removido pelo autor.
ResponderEliminarHola Billy!!
EliminarNoo, aun te quedan neuronas, el problema es que en los hombres la sangre fluye en el sentido contrario cuando leyemos cosas así. XD
Muchas gracias lindo mio por comentar! Besos!!
wow saito muy pero muy hot pobre peluchito pero estuvo muy caliente me pasa igual que a Billy no vere los ositos de la misma forma jajajajaj un beso enorme
ResponderEliminarOno, seguro que te comprarás un osito muy pronto *-*
EliminarAJjajajajaja
Besosss
Sí, y que verguenza mandar el oso a la lavanderia así todo pringoso. XD
ResponderEliminarBesoss!
Hola, Saito. Empezó siendo tierno, pero después menudo calentón, jajaja. Pobre osito, espero que lo lave y lo seque con el secador, aunque no creo que quede igual que antes, jajaja. Besoss.
ResponderEliminarjajaja si ha sido muy cerdo, pero es que Wilson cuando le entran esos calentones se le va la sangre hacía la polla y ya no piensa. XD Graciass
EliminarHola, Saito.
ResponderEliminar¡¡¡Quién iba a pensar que el bueno de Wilson era tan pervertidillo!!! jajaja
Me ha encantado, creo que no podré volver a mirar un osito de peluche con ojos inocentes, jajajaja
Gracias por compartirlo
Besos
Hola Anaaa! Jajaja si, yo nunca lo he hecho XD
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