1 de maio de 2013

Harry potter y el destino inexorable- capitulo quinto



CAPITULO Quinto
CASTIGOS

T
ras  darse cuenta que la torre de Gryffindor era demasiado grande para pasar las tardes él solo, acabó por aceptar la propuesta del profesor Snape. Bajaba cada día a las mazmorras donde hacia sus deberes de verano, estudiaba Oclumancia o tan solo, leía algún libro mientras Severus preparaba sus pociones con manos hábiles.

El verano llegó a su final  y el sauce boxeador empezaba ya a perder una que otra hoja.

-¿Dónde estuviste todo el verano? De pronto no recibimos más cartas tuyas- susurró Ron desde el otro lado de la mesa. Al fondo el sombrero seleccionaba a más alumnos para cada una de las cuatro casas de Hogwarts.

-Dumbledore quiso que viniese a Hogwarts. Snape me fue a recoger a Privet Drive… he pasado todo el verano teniendo clases extra de pociones…

-¿Con Snape? Lo siento Harry, estarás saliendo de una pesadilla ahora que vuelven las clases…

-No creas, seguirá siendo nuestro profesor.- Dijo Harry recogiendo un trozo de pastel de calabaza.

-Mira, ahí viene Malfoy. Mejor ignorarle…- Por suerte Draco pasó sin molestarse en decir nada, estaba eufórico con la idea de  poder esclavizar los nuevos alumnos de Slytherin.  Había crecido, pensó Harry, pero estaba seguro de que no había madurado nada. Seguiría siendo la misma peste.

-Este año me he propuesto algo importante. – Dijo Hermione con una sonrisa llena de entusiasmo.

-¿Vas a olvidarte de esa chorrada de libertar a los elfos domésticos?

-No Ron, no es ninguna chorrada! Además no es eso.

-¿Y qué es?

-Ahora ya no os lo pienso contar, vais a estar burlándoos todo el tiempo!- Se levantó ofendida. Harry y Ron solo la vieron alejarse y salir del gran comedor.

-Que susceptible está  esta. 

-¿Crees que era algo importante?- Preguntó Harry.

-¿Algo importante? Viniendo de Hermione seguro que era algo relacionado con la materia de Historia de la Magia…- Ambos muchachos se rieron disfrutando de la compañía mutua.

Harry sentía que su corazón estaba un poco más leve pero aun así no estaba completo.


*

-Quítate esa porquería!- Dijo Snape en tono ácido. Durante largos minutos observaba al minúsculo H. Potter escrito en el viejo y estrujado  pergamino. Lo apretó entre sus manos. El chico se dejó revelar por debajo de la capa de invisibilidad y con un suspiro de resignación escuchó decir: - Acompáñeme!

-¿Continuamos ignorando lo que todos los otros llaman normas, Potter?

-Puede darme un castigo…- Snape se detuvo y le miró a la cara. Qué audaz, pensó, dándole permiso para que le castigue.

-Prefiero que me dé una explicación.

-Tuve otra pesadilla…- mordió el labio con resignación.  Snape suspiró echando de menos la época en que Harry no le miraba directamente a la cara.

-Eso no es excusa para deambular por los pasillos a estas horas!- dobló el mapa y lo metió al bolsillo.

-Mi mapa! ¿Dónde lo encontró? ¿Cómo es qué lo tiene?

-Eso no me parece de su incumbencia!

-Pues a mi si me lo parece! Ese mapa es mío! – Ladró como un cachorro enfadado.

-Pues lo acabo de confiscar, y ahora vuelva a la cama!

-No quiero volver.

-Entonces acompáñeme.- Entraron juntos en los aposentos de Snape. –Siéntese! ¿Desde cuando hace esto? No es la primera vez que le veo vaguear por los pasillos a altas horas de la noche, Potter.

-¿Hacer qué?

-No haga ese juego conmigo! No estoy de humor ni con paciencia! Me ha oído, ¿desde cuando se pasea por los pasillos sin dormir?

-Desde el día de mi cumpleaños, le dije que la poción no cumplía su función. Sigo teniendo pesadillas y sueños. Además no puedo conciliar el sueño la mayor parte de las noches, me siento incomodo y todos los ruidos de la torre me irritan.

-¿Ha hablado de esto con Dumbledore?- Cruzó los dedos delante de Harry.

-No.

-¿Por qué?

-No me parece tan grave.

-Bueno, si no quiere dormir, no lo haga pero olvídese de pasearse por los pasillos. ¿Está claro?

-¿Y qué se supone que hago? ¿Me quedo echado sobre mi cama mirando al techo?

Su cama…”

-Menos 15 puntos para Gryffindor por su insolencia!

-Esto no es una cuestión de sacar puntos a Gryffindor! Hablamos de un problema personal!

-Todo lo personal suyo dice respeto a Gryffindor y eso incluye el tono con el que me habla!

-Lo siento…- sus ojos verdes inexpresivos miraron al suelo ignorando la furia de su maestro.

-Buenas noches, Sr. Potter.

-Profesor yo… no quiero volver a la torre. ¿No podría quedarme aquí?

-¿Qué pasa Potter? ¿Es posible que esté buscando quedarse a solas en una habitación conmigo?

-Extraño he… - Ante esta respuesta Severus buscó su mirada más antipática y la estampó en el rostro añadiendo:

-Quédese. ¿Ha terminado el ensayo sobre las propiedades de la selenita que pedí en mi clase?

-No, señor.

-Entonces puedes sentarse aquí y terminarlo.- Harry obedeció cambiando de lugar con su maestro, él que le entregó un pergamino nuevo y una pluma. Empezó en silencio.

La noche siguió avanzando silenciosa, tan solo el ruido del fuego y la punta de su pluma sobre el pergamino llenaba la sala.  De vez en cuando levantaba la mirada para ver de reojo a su profesor sentado en su sillón leyendo un grueso libro rojo de pociones.

Contrariamente a lo que sentía en la torre de Gryffindor allí todo era calma y tranquilidad, sin Neville roncando o Ron hablando en sueños. Podría acostumbrarse a las mazmorras, de echo ya estaba acostumbrado, y tanto que no podía ni dormir en otro lugar.

Casi llegaba al final del ensayo y el reloj de Snape marcaba las 3 de la madrugada. Levantó los ojos una vez más pero esta vez avistó a Snape dormido con el libro abierto contra el pecho.

Así nada restaba de su sarcasmo o de su típica expresión sádica. Sólo era un hombre marcado por el sufrimiento que dormía, ¿por qué no decirlo?, casi tiernamente. 

Está cansado, por mi culpa sigue aquí… no puedo venir y perturbar su sueño sólo porque no puedo dormir…” Su corazón se apretó y con el estremecimiento derribó el pequeño cuenco de estaño donde guardaba la tinta de la pluma.

Dudando sobre que hacer, se decidió en un movimiento rápido y se echó sobre el pergamino fingiendo haber adormecido. Por otro lado Severus despertaba sobresaltado.

-¿Qué?...- Se frotó los ojos y apartó el cabello de su rostro. Se levantó y se dirigió al chico.

Qué frágil, que tierno…. Olvídalo Severus, mételo en la cama y olvídalo!” Como si Harry no pesase más que una pluma lo sujetó entre sus brazos y lo llevó hacia su cama. “Mételo en la cama…. en tu cama…

Una vez más con la cabeza apoyada contra el firme pecho del profesor pudo meter su nariz entre sus negras ropas y oler el perfume que emanaba. Tembló entre los fuertes brazos y se sonrojó.

Metió al joven entre las sábanas verdes y se sentó junto a la cama.

Sin saber como Severus se dejó llevar y se durmió apoyado contra el colchón de su cama con su cabeza justo al lado de la de Harry que entrelazó sus dedos en el suave cabello del profesor y se rindió también a un sueño sin sueños.


-Buenas Tardes Severus… o debería decir Buenos días? Hola Harry… - Saludó parado delante de la cama. Obviamente había estado observándoles dormir durante algún tiempo.

Snape abrió los ojos como platos y sintió que Harry se levantaba de la cama.

-Profesor Dumbledore… La culpa es mía, el profesor Snape me trajo aquí para castigarme porque…

Oh, Merlín, no sigas… vas a enterrarme más aun…” Pensó Snape más blanco que de costumbre.

-… es que el profesor me encontró paseando por los pasillos y yo me quedé dormido…

Joder, matadme ahora…”

-Me dijo una lechuza que no habías dormido en la torre, Harry. Quise asegurarme de que mis sospechas eran correctas…

-Lo siento, señor.- Harry bajó la mirada y fijó sus pies descalzos. Albus Dumbledore aclaró la garganta y dijo:

-Quizás debiese ponerse presentable para sus clases de la tarde.

Harry asintió y corrió hacía la puerta con sus zapatos y las gafas en la mano. Snape suspiró y se levantó del sillón.

-Le aseguro que esto no es lo que parece… - “Bravo Severus… la frase perfecta

-Tengo varios asuntos que tratar contigo, ven a tomar el té conmigo por la noche.- Dio una vuelta por la habitación – Espero que esto… no salga de estas paredes Severus… conoces las normas.

-Señor no ocurrió nada aquí!- Repuso con firmeza.

-Yo, te conozco desde los 11 años y a Harry también… Sé que ninguno de los dos tuvo una infancia perfecta… – Los ojos azules del director se clavaron en los suyos.- No hace falta tener una bola de cristal para darme cuenta de ciertas cosas que pasan en el castillo… qué no se te olvide…

Normalmente se sentía a salvo en su mazmorra pero en aquel momento era como si las paredes lo aprisionasen. ¿Era culpa? ¿Por qué esa mirada azul le despertaba tan fácilmente la culpa?

Cuando termine la cena. Esa fue la sentencia.


*

Hermione bostezó perezosamente  y se sirvió de patatas. Parecía satisfecha por algo, y cuando Harry le preguntó porqué estaba tan feliz se limitó a sonrojarse sin mirarle.

-No le hagas caso, a veces le salta una tuerca.- Se burló Ron con la boca llena de comida.

-Cállate, no vaya a ser que te atragantes con tanta comida! Krun me ha escrito…

-¿Sabe escribir? –Preguntó el pelirrojo.

-Me parece que mucho mejor que tu…– Le contestó ella y no le habló más durante la cena.

Sin embargo Harry no podía dejar de mirar más veces de lo normal a su profesor de pociones. “No me mira ni una vez… creo que está enfadado por lo de esta noche.” Pensó bebiendo de un trago todo su zumo de calabaza.

Le miraba constantemente.  Olvídale, no es tu problema…” Hipócrita “Si es mi problema.” Suspiró metiendo un trozo más de la ensalada en la boca.  Todo el tiempo estaba diciéndose que sus preocupaciones no deberían basarse solo en Harry.  Me contradigo una y otra vez, estoy arto de que sea tan insistente….”

El curso de los acontecimientos le llevó a encaminarse al despacho del director.

Oh que alegría!” pensó al entrar a pasos largos en la sala. Dumbledore estaba sentado delante de su mesa y esbozó una sonrisa cuando le vio entrar.

-Toma asiento.

“-Toma asiento mi querido joven.- Severus apretó los libros contra su pecho y se sentó en la silla que por el aspecto parecía la misma silla en la que se preparaba para sentarse en el presente.- ¿Qué ha pasado?

Se movió nerviosamente en la silla. La mirada de Dumbledore era acusadora.

-¿Se refiere al motivo por el que fui castigado juntamente con Potter?- Nunca se consideró un estúpido y sabia muy bien que Dumbledore conocía de sobra los motivos que llevaron el Profesor Horace Slughorn, por aquel entonces jefe de la casa de Slytherin, a castigarle.

-Yo se que sabes que la inmoralidad es un acto condenable en Hogwarts, por eso me pregunto, ¿Qué hacia un Slytherin desnudo en la cama de un Gryffindor? – Las mejillas de Severus amenazaron rebelar la vergüenza que en aquel momento nació en su estomago.

-Profesor yo… no he tenido la culpa… Potter me dijo que si aceptaba sus condiciones me dejarían en paz. Yo solo quiero que me dejen en paz!

-Entiendo. – concluyó.”

-¿Severus?- Sus ojos enfocaron el viejo mago. Sólo esperaba que esta, no fuese una de las visitas interrogatorio de Dumbledore. No estaba preparado para ello. – Hay varias cosas de las que te quiero hablar. Una de ellas es lo que se pasó en tus aposentos…

-¿Qué cree que se pasó?- Su tono sonó casual.

-Esperaba que tú pudieses contestarme a eso.- Su mirada brilló hacia el hombre más joven que se agitó por la mezcla de culpa y remordimiento.

-No ha pasado nada. Se lo dije cuando estuvo allí. Potter se lamentaba que no podía dormir y le sugerí que se quedase en mis aposentos estudiando. Cuando se quedó dormido le llevé a mi cama.

-¿Cómo siguen las clases de Oclumancia?- Cambió de tema. Lo que a Snape le pareció muy oportuno, no había motivo para pasar horas hablando sobre este desagradable suceso. 

-El chico es un completo inútil.

-Perfecto, sigue insistiendo.

?Perfecto? ¿Es que el viejo no se entera de nada de lo que digo?

-Quiero hablarte también de Voldermort. Como bien sabes estas vacaciones me he dedicado a investigar y a destruir a sus Horcruxes. Pero ahora me ha surgido una cosa que no me esperaba. De momento es solo una idea que se esta atravesando en mi cerebro. Tengo miedo de que no sea solo una retorcida sospecha…

-¿A que se refiere?

-Oh lo sabrás en a su debito tiempo. Por ahora, ¿quería saber si Voldemort te ha llamado últimamente?

Ya era tarde cuando el Slyterin abandonó el despacho del director. Aunque Dumbledore no le contó su última descubierta rápidamente se dio cuenta de que escondía algo muy importante. Sus entrañas se revolvieron con un sentimiento que ya hace mucho estaba olvidado: Miedo. No era un miedo de flaqueza, era un miedo de perder algo o a alguien.

Contornó la esquina del oscuro pasillo de piedra gris y bajó por las escaleras igualmente de piedra.  Al fondo donde la oscuridad se hacia mayor le pareció ver el bulto de alguien sentado delante del retrato del caballo blanco.

-¿Qué demonios hace aquí? ¿Otra pesadilla?

-Solo vine a disculparme. No debí quedarme dormido… ¿Él profesor Dumbledore va a despedirle?

-Ya lo desearía.

-No!.. Yo no quiero eso! No quiero que le despidan por mi culpa!... hablaré con el profesor Dumbledore, le explicaré…

-Eso no será necesario. – Dijo en tono de quien no estaba con paciencia para una charla.- El profesor es un hombre sabio, no hace falta que vaya a jurarle que no ha pasado nada.

El chico posó su mano sobre el brazo del mayor que estremeció al contacto.

-¿Se siente bien?

-Debería irse a la cama.- El chico obedeció murmurando un suave “Gracias” antes de marcharse.









15 comentários :

  1. Mas mas mas jajajajjajaj vengaaa Saitooo queremos mass ajjajaja :)
    Muchas gracias por actualizar tan seguido jajajajaj Un besooo enormeee

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    1. Tranquilaaa XD no te lo puedes leer todo de un tiron! Es como el chocolate, hay que comer solo una porcion al dia. XD

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  2. -el chico es un completo inútil
    -perfecto...jajajajja ese Dumbledore!!!
    gracias por el capi Saito, besos<3

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  3. Me encanta lo afin que eres en la fidelidad a los personajes originales de Harry y Severus

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  4. Dumbledore de Celestina, me encanta este personaje.
    Gracias por actualizar tan seguido.
    Besos

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  5. Fina. Gracias por el capitulo Saito, esta super bueno, besos, chao

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  6. Muy buen capítulo Saito, muchas gracias.

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  7. Hola Saito estoy algo liada con el trabajo, en el fin de semana que descanso me pongo al día con los capitulos y te comento.
    Besos. Guada

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    1. Holaa! Claro, leelos cuando puedas y ademas despues puedes leer muchos de un tiron jajaja
      Besos y que te sea leve el trabajo!

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  8. Bueno, pues la verdad es que me está gustando esta pareja, jajaja. Ya tengo ganas de que pase algo más íntimo entre ellos, para ver cómo reaccionan, supongo que seguirá siendo una de cal y otra de arena, jajaja. Besoss.

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