19 de junho de 2013

Amor efecto secundario - capitulo 3

capitulo 3
Sala de consultas numero dos



Una mujer de pelo negro y largo acompañaba a un niño de unos tres años con un aspecto bastante enfermillo.

-Buenos días doctor.- Saludó la mujer sentándose con el niño en brazos.

-¿Qué le pasa?- Dijo sin rodeos.

-Pues verá, hace unas cuatro semanas que empezó a enfermar, con fiebre y los médicos dicen que necesita antibiótico… pero no le pasa, el ultimo doctor al que fuimos nos pidió estos analices y dijo que no era nada… se los traigo para una segunda opinión, no se que hacer.- Le tendió los papeles a House que buscaba una posición más confortable en la horrorosa silla.

Eses era un motivo más por el que odiaba la clínica, malas sillas, terrible mala señal para su tele portátil, poca luz para jugar Gameboy® y sobretodo poca tranquilidad para leer o dormir.

Hecho una ojeada rápida a los analices pero luego volvió a mirarlos con mas atención. Los niveles de catecolamina en la orina estaban elevadas.

-Levántele la ropa y échele sobre la camilla.- Se levantó- ¿Le ha notado algo raro en la tripa?

-¿Cómo qué?- Desnudó al niño que se mantenía casi letárgico.

-Algún hinchazón en el vientre…

-No, no sé, no le noto nada…

House palpó al niño solo un minuto y luego cogió el teléfono que estaba junto a la puerta.

-llamen al doctor Wilson a la consulta numero dos. 

-¿Qué pasa?

-Con estos síntomas y estos analices creo que su hijo tiene cáncer.

-¿Qué dice?!

-Neuroblastoma. Pero se confirmará con analices de DNA y pruebas de ontología.- Madre e hijo se abrazaron.

-¿Qué le pasará?

-No tengo ni idea.- House miró al niño y pensó que estaba condenado… Wilson explicaba a la madre que irían hacer todo lo posible pero que la supervivencia de un niño con esa enfermedad a los cinco años era de 80%.

-Lo ingresaré de inmediato, cuanto antes se confirme el diagnostico y empiece el tratamiento habrá mas hipótesis…- La señora solo le miraba con los ojos llenos de lagrimas. Con todos los años de carrera a Wilson le seguía poniendo un nudo en la garganta cada vez que tenia que diagnosticar un cáncer… y esa era su carrera…- Aun no es 100% seguro señora Harper pero es lo que indican estos estudios…

Cuando ambos salieron con las enfermeras Wilson suspiró y apoyó sus manos a ambos lados de la cintura.

-¡No tienes sentimientos!

-¿Por qué?

-¡No era necesario decírselo así, de cuajo, que su hijo se va a morir! ¡Ni siquiera tienes pruebas definitivas y seguras de que sea un Neuroblastoma!

-Pero tu tienes… en cuanto viste al crío te mordiste el labio, hiciste esa mirada de perrito abandonado.- Frotó la pierna y luego buscó en el bolsillo de su chaqueta gris el frasco de las pastillas. Wilson se cruzó los brazos.

-No puedes decir lo que quieras cuando quieras.

-Oh, ¡la próxima vez te pediré permiso!

-La próxima vez… la próxima vez lo harás todo igual, ¡siempre lo haces!- suspiró- Ni siquiera merece la pena argumentar contigo…

-Porque siempre tengo razón. ¿Por qué finges una esperanza que no hay? ¿Es la influencia de Cameron?

-¡NO, solo es un niño!- protestó.

-¿Sabes que hace falta para que se muera uno?... Estar vivo. Los niños la palman igual que los adultos.- James se sentó en la camilla, estaba abatido.

-Olvidemos el tema, ¿quieres? No quiero hablar más de ello.

-Se te acaba de morir uno…- Su voz sonó suave y Wilson asintió con el rostro caído.- Aprovechemos que estás aquí, te examinaré.

-¿Qué?- levantó el rostro y le miró confuso.

-¿No querías que te examinase? Ayer fuiste a mi casa… ¿o querías hablarme de otra cosa?

-No... No era nada, además yo ya me siento mucho mejor.- Murmuró algo avergonzado.

-Venga, bájate los pantalones y acuéstate sobre la camilla.- Dijo mientras pillaba del armario un bote de vaselina y unos guantes de látex.

-House yo…- Wilson tenía las mejillas muy rojas.- Creo que no hace falta, seguro que no era nada importante, no se porque me preocupé tanto…

-No hombre, para eso somos médicos… no hay que descuidar la salud.- murmuró en un tono que a Wilson le pareció inusual en House y entonces se bajó la bragueta y los pantalones. ¿Qué podría pasar por un toque a la prostata?- ¡Quédate echado, no quiero que te desmayes y tenga que llamar a las enfermeras… lucharían por ver cual de ellas vendría a subirte los pantalones!

Wilson sonrió nervioso cuando escuchó como House le daba al cerrojo de la puerta y se acostó bocabajo cuidando de no aplastar su corbata.

-Ahora separa un poco las piernas, quiero verlo todo…- dijo con un toque de picardía.

-¡No seas pervertido!- Ahí estaba, el preciado objeto de su deseo. Dos deliciosas montañas de carne y la entrada al cielo. James era un hombre que acababa de cumplir los 37 años, su cuerpo era el de un hombre maduro y viril. Sus nalgas sin pelos estaban firmes como si tuviese 20 años y la curva del muslo pedía el toque de sus manos.

El dolor de su pierna remitía, sería el vicodin que se acababa de tomar o que toda la sangre se centraba en un único punto de su cuerpo ahora?

-Relájate.- dijo, aplicando un poco de fría pomada en el exterior del ano.

Wilson sintió su corazón dispararse en su pecho, temía que House pudiese oír los latidos de tan fuertes que iban. Se mordió el labio y cerró los ojos. Le estaba tocando como siempre lo había deseado en sus sueños. Esto, era lo más cerca que estaría de un encuentro minimamente sexual con su mejor amigo. Sus dedos eran suaves y hábiles dentro de los guantes lubricando todo el exterior de su ano.

-En realidad no hago esto hace tiempo, lo haré despacio hasta encontrar tu próstata…- Wilson estremeció al sentir un dedo atravesar la relajada barrera y llegar lo mas hondo que los largos dedos de House podían-… creo que no estás bien lubricado…- lo sacó y volvió a meter el dedo- … ¿te duele?

-Oh! Sí… me duele… pero no es ahí la prostata…

-Sigues sin relajarte, por eso te duele…- sacó el dedo y añadió un poco más de vaselina antes de volver a ensartarlo con lentitud.

En realidad a House le pareció que su dedo entraba muy bien, Wilson era suave y podía sentir bastante bien el calor de su cuerpo envolviendo su dedo.

La felicidad en aquel momento era que Wilson no pudiese verle la cara, el placer estaría estampado en su rostro, todo eso le estaba poniendo bastante cachondo. El otro hombre elevó un poco las caderas y frunció el ceño al tiempo que gruñía algo.

House sonrió, había dado con la prostata enseguida, ahora, quería ver hasta donde podrían llegar con el juego.

-¿Te duele ahí?- Podría ser una pregunta totalmente profesional…

-…no, no es ahí es algo más adentro…- También podría ser una respuesta totalmente verdadera. House retiró el dedo.

-¡Oh mi pierna me mata!- Una mentira más… podría apoyarse en Wilson para mantenerlo inmóvil y volver a la carga, pero esta vez con el dedo medio.

Su mano inició un suave compás adentro y afuera acariciando el interior de su amigo que no puedo evitar un audible gemido.

-¡House!- El medico no contestó a la protesta, en lugar de eso añadió un dedo más. Wilson se dilataba muy fácilmente y eso le agradó. Lamió los labios y tragó saliva aumentando el compás. El compás perfecto, James jadeaba y movía las caderas rozando su pene erecto en la mesa. –Oh, Greg… Hmmm…

-Vamos Jimmy… ¡Córrete!- murmuró cerca de su oreja.

El cuerpo del medico más joven se tensó, House pudo sentir los espasmos musculares alrededor de sus dedos contrayendo y apretándolos en su interior. La respiración de Wilson se volvió rápida y descontrolada, la saliva le escurría por la mejilla y los nudillos de sus dedos estaban blancos de la fuerza que hacía sujetándose al colchón.

House retiró los dedos despacio. Desechó los guantes y se sentó de nuevo en la silla.

James se dejó unos minutos recuperando el aliento, organizando su cerebro, procesando todo lo que había ocurrido. Estaba avergonzado.

-¿Lo has hecho para humillarme?- se sentó y arrancó un poco del papel absorbente para limpiarse.

-Podría, pero no. En realidad sigo esperando a que me digas eso, por lo que fuiste a mi casa.- El otro hombre cerró los ojos y se lamió los labios.

Dudó un poco, pero después contestó:

-Creo que ya lo sabes.

-Si, lo sé desde que me dijiste eso del “problema”, pero quiero oírlo…- Wilson se levantó y se subió los calzoncillos junto con los pantalones.

-¿Para humillarme?- Repitió y House se levantó de un salto y lo acorraló contra la mesa, empujó sus caderas contra las de Wilson.- ¿Eso no es tu bastón, no?

Casi soltó una carcajada de la cara sorprendida de James al sentir su erección contra su entrepierna. Sujetó su mentón y le besó con ganas. Sus labios se abrieron y aceptaron el beso, aceptó su lengua, aceptó que le chupase cada uno de sus labios carnosos, aceptó que probase por fin el sabor de su saliva.

Wilson le abrazó.

-No podría creerme si me dijeses que le haces este examen así a todos los pacientes…

-En realidad solo a los mejores amigos oncólogos…

-¿Puedo ayudarte con eso?- metió la mano por encima del pantalón sintiendo la dureza que tanto le tentaba.

-Esta noche, espérame en mi casa, aún tienes la llave.- le volvió a besar y salió en dirección al vestuario apoyándose en su bastón.

***

-Treinta años, no fuma, no bebe, no se chuta, no tiene sexo…- murmuró House colocando la pierna sobre la mesa de cristal- No vale la pena salvarla…- Chase soltó el lápiz con el que garabateaba los papeles y le miró confuso- ¿Qué quieres que te diga? Menuda vida mas aburrida lleva, ¿no?

-¡Hay gente que no necesita esas cosas para ser feliz!- Protestó Cameron buscando el azúcar para añadir a su taza de café recalentado.

-Acabamos de descubrir como se hicieron amigas cameron y la enfermilla…

-¡Yo no tengo una vida monótona!

-Ni siquiera tienes vida…- cortó- ¿Qué nos dijo la biopsia al riñón?

-Glomérulonefritis.- Notificó Chase.

-Te doy permiso para usar el marcador Foreman…- El médico suspiró y añadió el síntoma a la pizarra.- ¿Qué hay de las demás pruebas? ¿Ya tenemos los resultados del ANA?

-No, tardaran. Quizás mañana por la mañana…

-¿Cómo responde a la medicación?

-No responde.- Concluyó Foreman.

-¡Porque no ha pasado tiempo suficiente!- Repuso Cameron.

-Porque a lo mejor no es Lupus…- dijo bajito Chase.

-Fantástico, si se muere no me llaméis. ¡Es Martes, día de putas!- Se levantó y se dirigió a su oficina. Cameron le siguió.

-He oído que Cuddy cerrará el departamento si seguimos haciendo tantos gastos…

-No, Cuddy quiere que deje de destruir material y haga mis horas de clínica. Como te veo tan preocupada puedes empezar por hacer mis dos horas extra de hoy…- Cogió el casco y la chaqueta.

Cameron giró los ojos y le dio la espalda volviendo a la salita.



7 comentários :

  1. Primer round para House y Wilson a ver que nos espera...
    Gracias Saito por actualizar tan seguido, me encanta!
    Besoss

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  2. Ufff... Si que sabes como crear una atmosfera entre estos dos!! XD Saito me encanta como presentas las personalidades de cada personaje en esta historia. Es como si la estuviera viendo en la TV. Gracias por otro capitulo!! Besos

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  3. Jaja, con que una exploración. Me ha gustado mucho el capítulo, a ver cómo se desarrolla desde aquí. =) Espero seguir leyendo pronto más capítulos. Un saludo

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  4. Este comentário foi removido pelo autor.

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  5. Wow!!! No sé por qué House se niega a tratar con los pacientes, con lo bueno que es haciendo reconocimientos, jajajaja
    Gracias por el capi, Saito
    Besos

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  6. Halaa, me ha gustado mucho. Ha sido muy erótico ese reconocimiento médico de la próstata, jajaja. Besoss.

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