Sopita de Semolín II

House recogía su chaqueta mientras terminaba de escuchar como su equipo comentaba las aventuras extra laborales.

Levantó la cabeza y vio a través del cristal de su despacho como Wilson se acercaba cargando el saquito de bebe y a Adam en sus brazos.

-¿Qué haces aquí?- preguntó House con su mirada desconfiada.

-Tengo que terminar unas cosas muy importantes para la comisión de transplantes. Acabé de recogerlo, aun no ha comido, ten ocúpate de ello cuando llegues a casa.

-¿Qué?- James le tendía la bolsa. Mientras los tres médicos de la otra sala hacían silencio para asistir a la escena familiar.

-Lo que oíste, dame un besito corazón…- Le besó la frente al bebe y lo colocó en los brazos de House.- Pórtate bien… - James se dio la vuelta y añadió:- y eso no iba por él niño…

-¿Yo no merezco un besito?... – se burló- Bueno ¿y como se supone que lo llevo hasta la moto?, ¿rodando?... Porque yo uso bastón...

-No lo vas a llevar en moto!- Wilson le tendió las llaves del Volvo.

Cameron no pudo reprimir su lado maternal y se acercó para besar la mejilla del somnoliento bebe.

-Wilson parece tener prisa, si quieres te lo acerco al coche….

-No necesita una madre- le cortó House.- necesita un puto cochecito!

-He pensado en eso, ven.- Wilson sacó de la bolsa la mochila porta bebes, sentó a Adam y lo coloco al pecho de Greg.

House le miraba con mala cara, como si no le costase ya caminar solo con su peso…

-¿Por qué habríamos adoptado a esta cosa?

-Porque somos una familia, y ahora me tengo que ir.- Le besó los labios sin ningún pudor delante del equipo. Y se marchó.

House suspiró. Cogió la bolsa, su bastón y les miró de reojo antes de irse y decir:

-Hacéis un comentario y estáis todos despedidos.

Después de varios y largos minutos llegaron a casa.

Su pierna le molestaba más que lo normal, Adam era demasiado pesado para cargarlo. Lo puso a 4 patas sobre su mantita y le acercó su sonajero. El bebe empezó a gatear por todo el piso.

Suspiró y se metió dos vicodinas en la boca. Iba a ser una larga tarde.

Abrió el agua para llenar la bañera, no estaba seguro de cómo lo bañaría, estar de rodillas no era lo suyo, rodó los ojos al darse cuenta de que se tendría que bañar con el bebe.

-Uf…- Se desnudó y comprobó la temperatura del agua.- Adam… ¿Dónde…?

Cojeó hasta encontrarle jugueteando con un par de DVD’s.- Hey! Hey, hey… noo… solo tú me haces andar desnudo por la casa…. bueno y Wilson- dijo pensativo.- Venga culo sucio!

Se sentó en la bañera y sentó al bebe delante de él, cerrando un poco los ojos por el agua que rebotaba, Adam jugueteaba chapoteando divertido. Se parecía a Wilson, pensó, se divertía con las cosas sencillas de la vida… quizás porque era un bebe…

-…immi!

-No, Jimmy está en el trabajo.- Le enjabonó la espalda con una esponja suave.

-Ohh…

-Si, él es el que debería estar bañándote.- El niño le miró los sus enormes ojos azules y después sonrió. House pudo ver que sus pequeños  dientes empezaban a nacer.

- ohh no a…- sorprendido

-No, no esta, vendrá luego. ¿Te gusta Jimmy?- El niño chapoteó con sus manitas en el agua y dio una carcajada.- Si… a mi también me gusta.

Terminó de lavarlo y lo sacó de la bañera para secarlos a los dos con una toalla muy suave y blanquita.

Lo acostó sobre la cama enrollado a la toalla mientras se ponía los pantalones del pijama.

-Ya se que tienes hambre, deja de chuparte el dedo del pie…- Buscó la mochila con sus pañales y abrió el cajón para coger el pijamita azul con muñequitos amarillos.

Tardó un poco en poder terminar de vestirle, Adam era bastante inquieto y House no tenía mucha práctica.

Después fueron a la cocina dónde le sentó en su sillita.

-No hay pizza, así que te va a tocar…- miró en el frigorífico y encontró la sopa que Wilson había dejado.- Sopa. Que asco… bueno, te va a saber yummi…

El niño dio una carcajada animada.

-¿Te gusta que sepa yummi? Si tiene pescado triturado dentro…- Lo metió en el microondas Se tomó otra vicodina.- Es un asco, pero es lo que hay… si vivieses de vicodin todo seria mas sencillo… pero solo puede haber un tullido en la familia.

La sopa estaba lista y empezó a dársela mientras Adam jugueteaba con un osito repleto de papilla y batía las palmas con sus manitas pequeñas también repletas de papilla.

-mmm… debí darte la comida antes…- se rascó el pelo rubio ceniza. – Deja de mirarme feliz, estas sucio de nuevo!

Le limpió con un paño de cocina y se lo colocó delante como un babero. Estaba seguro que debería de haber alguno en alguna parte…  Suspiró. Parecía que Adam ya no quería más, empezaba a soplar la sopa y a babear el peluche.

-Ya te avisé que Wilson cocina muy mal…

- Imi…

- Si, gracias por corregirme… Jimmy cocina muy mal.- Le limpió la boca, las manos y le quitó el muñeco.- Vamos, deja ahí esa cosa, ese es el de la comida.

-caca…- Hizo un ruidillo con los labios.

-Por eso, porque esta sucio, tienes el otro dentro.- Lo levantó en brazos.- ¿Cuándo empiezas a caminar? ¿No te enseña Jimmy?

-no ahh- y abrió las manitas.

-Venga al suelo a jugar!- Lo dejó sobre la manta y cojeó hasta el piano. El niño se sentó y cogió un peluche para morder.

Greg tocó una melodía muy suave que pareció atraer la atención del niño. Le escuchó durante mucho tiempo, hasta que sus ojitos empezaron a cerrarse y a no poder sostener la cabeza.

-Te voy a meter en la cama. Uf, cómo me duele la pierna!

-pupa…

-Mucha pero ya pasará.- Abrió la cama y lo acostó en el lado de Wilson.- ¿Qué, confortable?

Adam sonrió y se cubrió la cabeza con la sábana.  

House se acostó a su lado y le destapó la cabeza. Lo abrazó contra su pecho y los dos se durmieron.

Era tarde, entró en casa y las luces estaban encendidas. Los juguetes estaban por el suelo, la ropa tirada en el baño… en fin la casa estaba un asco. Se irritó terriblemente. ¿House no podía por una vez hacer algo sin dejarlo todo patas al aire?

Recogió la ropa del suelo y pasó a la habitación dispuesto a empezar a preguntarle porqué todo estaba como si hubiese pasado un huracán. Estaba seguro de que no había echo nada, ni siquiera habría dado de comer al niño.

Abrió la puerta y lo que vio fue a un hombre durmiendo dulcemente con su hijo en los brazos.

Sonrió, House parecía otra persona… si no le conociese…

Se olvidó enseguida de la casa patas al aire, puso el pijama y se metió en la cama.

-¿Cómo están mis bebes?

-El no se, pero yo agotado…- murmuró Greg.

-Veo que os hábeis divertido.- Acaricio la cabeza del bebe y besó los labios de su amante.

-Sí, ¿y tu?

-Os eché de menos…

-Nosotros también a ti.- House cerró los ojos. El dolor de su pierna remitía por momentos y el peso de Adam sobre su pecho era muy confortable. Al fin y al cabo no era tan malo tener una familia.

Fin